La tranquilidad de contratar un seguro de impago de alquiler

El riesgo de la morosidad en las propiedades alquiladas es una de las mayores preocupaciones. Aunque el contrato de alquiler sirva para proteger los derechos del arrendador, pueden surgir contratiempos en el abono de las rentas. Incluso, si un inquilino es buen pagador, esto no quiere decir que ocurran imprevistos que afecten al pago en tiempo y forma.

Un aspecto a destacar es que el 53 % de los casos de morosidad afectan a los inmuebles arrendados por personas mayores de 65 años, según el estudio El alquiler y las personas mayores que se incluye en el Fichero de Inquilinos Morosos recogidos. Esto se debe principalmente a que una amplia mayoría desconoce la ley, incluso que existe el Seguro de alquiler para garantizar mayor protección.

El seguro de alquiler para protegerse de inquilinos deudores

El Estudio sobre Morosidad en Arrendamientos Urbanos 2022 nos ofrece una radiografía del país en función de los impagos en el alquiler registrados este último año. Murcia, Canarias, Cataluña y Andalucía son las comunidades autónomas que lideran este ranking. La media de la morosidad está en 6873,86 euros, por dicha razón, algunos propietarios prefieren dejar su vivienda vacía por miedo al impago.

Algunas personas piensan que el secreto está en elegir bien al inquilino para evitar estos imprevistos. Por otro lado, están aquellos que confían en que es cuestión de suerte. Sin embargo, hoy en día, hay formas de protegerse, como conocer el perfil de los inquilinos a través de la Base de Datos de Inquilinos Morosos (BDMI), incluir la cláusula antimorosidad en el contrato o disponer de un seguro de impago de alquiler.

Esta póliza es una propuesta muy sensata que garantiza la protección al arrendador si surge algún problema inesperado. El inquilino puede perder su empleo, sufrir una enfermedad que le imposibilite trabajar u otras circunstancias que le impidan pagar la renta. Asimismo, podría ocurrir que la vivienda sufra daños por actos vandálicos.

El objetivo de este seguro es que el propietario pueda cobrar las rentas impagadas y recuperar su vivienda, además de ser compensado por los daños. Una de las mayores ventajas es que se puede tramitar sin tener que solicitar la documentación económica al inquilino, puesto que el sistema scoring digital ya proporciona estos datos. Es una manera rápida de analizar la solvencia en menos de dos minutos.

En los últimos años, este seguro se ha convertido en la alternativa perfecta para evitar el riesgo. Además, los trámites son muy sencillos y no se requiere mucho papeleo. Lo más recomendable es ponernos en manos de profesionales, como el Grupo Mutua Propietarios, puesto que un agente especializado nos ofrecerá toda la información que necesitemos. A partir de 185,61 euros al año, un equivalente a 15,4 euros al mes, se puede contratar esta póliza.

En conclusión, hay muchas razones para contratar este seguro de impago de alquiler si tenemos una propiedad alquilada. El propósito es que el arrendador esté tranquilo y se despreocupe, porque tendrá la garantía de recuperar su vivienda y percibir una indemnización por las rentas impagadas, si se presentan algunos de estos inconvenientes.