Se buscan científicas, ingenieras y tecnólogas

España tiene el reto de incentivar la presencia de científicas en las denominadas carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), que es muy baja en comparación con la Unión Europea. Programas e iniciativas como los Premios WONNOW de CaixaBank y Microsoft son un ejemplo y reconocen el talento femenino en estos sectores e impulsan la diversidad en el ámbito académico.

Marie Curie, la primera mujer en recibir dos Premios Nobel en Física (1903) y Química (1911); Valentina Tereshkova, la primera mujer en ir al espacio, y Cecilia Payne-Gaposchkin, la mujer que descubrió de qué están hechas las estrellas, son solo algunas de las muchas luchadoras de la historia que, hoy en día, son una inspiración y referente para niñas y mujeres de todo el mundo. Ellas son ejemplo de valentía y constancia, mujeres que en su día no se rindieron a pesar de ser minoría, como por ejemplo Cecilia Payne-Gaposchkin, que era la única mujer en su clase de Física en la Universidad de Cambridge.

En las universidades españolas, según los datos del Ranking CYD, las mujeres representan el 36% del alumnado en las titulaciones del ámbito de las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), cuando en general suponen el 56% de las matriculadas. El informe confirma la baja presencia femenina en carreras de ámbito tecnológico en España, en comparación con la Unión Europea. Los datos señalan que las mujeres que cursan grados relacionados con las TIC no llegan al 14%, lo que supone 5,5 puntos por debajo de la Unión Europea. Por otro lado, según las cifras de educación en España, las chicas obtienen mejores resultados académicos y presentan menor abandono escolar temprano que los chicos.

Por tanto, hay un gran reto por delante como sociedad: revertir estas cifras. Programas e iniciativas como los Premios WONNOW de CaixaBank y Microsoft son un ejemplo y reconocen el talento femenino STEM e impulsan la diversidad en el ámbito académico. Ambas entidades ya llevan seis años con este programa, en el que han participado 3.764 alumnas de toda España, y sirven de estímulo para que otras jóvenes se animen a estudiar grados técnicos.

El objetivo de estos galardones es impulsar la presencia femenina en los ámbitos de la tecnología, ingeniería, matemáticas y ciencia y concienciar sobre la necesidad de adquirir habilidades digitales para acceder al mercado laboral, que demanda cada vez más este tipo de perfiles. Este año, se ha premiado con una dotación en metálico de 10.000 euros y el acceso a un programa de Mentoring de Microsoft a Inés Álvarez de Toledo, doble grado en Business Analytics e Ingeniería Informática en la Universidad Francisco de Vitoria, en Madrid, por ser la estudiante con el mejor expediente académico, trayectoria profesional, personal y social. Además, CaixaBank y Microsoft han galardonado a otras 15 estudiantes, que han obtenido una beca para trabajar en CaixaBank durante seis meses y el acceso a un programa de mentoring de Microsoft.

Las experiencias de las 16 galardonadas de estos premios son sólo algunos ejemplos de las inquietudes, aspiraciones y el compromiso de muchas jóvenes con el progreso social desde el ámbito científico y tecnológico.

Oportunidad laboral

Inés Álvarez de Toledo y otras dos compañeras eran las únicas chicas en una clase de 25 alumnos en la universidad. “Nosotras somos igual de capaces que ellos y, si quieres, lo consigues”, traslada.

Otra de las ganadoras de este año es Miriam Sollars Castellanos, que valora muy positivamente la oportunidad que le ofrecen estos premios y explica que tiene ganas de poder aplicar sus conocimientos y poder aportar a la sociedad. “Para mí, supone una oportunidad el poder conocer cómo funcionan desde dentro estas dos grandes empresas”, apunta Pilar Gil Fernández, que destaca la importancia de que valoren y reconozcan todos estos años de estudio, esfuerzo y dedicación.

La educación es uno de los aspectos clave para que más jóvenes se animen a estudiar grados STEM. “Es muy importante que desde pequeños se dé a conocer este tipo de carreras para que las niñas tengan un abanico más amplio de la oferta formativa que existe y hasta dónde se puede llegar con todos estos conocimientos”, señala Paula Heras Nieto, graduada en Matemática Computacional en la Universidad Jaume I. También coincide en este punto Débora Cerdá Bernard,que predica con el ejemplo y va a centros educativos a explicar y compartir su experiencia con otras jóvenes.

Importancia de tener referentes femeninos

Otro punto para incentivar la presencia de más mujeres en la ciencia y la tecnología es la importancia de tener referentes femeninos. “Es importante que, desde pequeñas, las niñas sepan que tienen la posibilidad de dedicarse a profesiones STEM, que vean a mujeres de estos sectores”, señalan Clàudia Platel Fanés y María Jordá Muñoz, Por su parte, Elena Cobo Hidalgo, que está estudiando un grado en Ingeniería Electrónica de Comunicaciones en la Universidad Complutense de Madrid, explica que es la única chica en su clase, “se nota mucho la falta de mujeres en estas carreras” y considera que son necesarios más modelos a seguir.

Todas ellas también quieren ser referentes para generaciones futuras. “Espero aportar un granito de arena en un cambio global, quiero formar parte de un cambio hacia un modelo más sostenible y ser un modelo a seguir para próximas generaciones”, explica Anna Isabel Aracil Ferrer.

Por su parte, Cristina Guerrero Cano, que está estudiando un doble grado de Ingeniería Informática e Ingeniería Matemática Aplicada al Análisis de Datos en la Universidad Europea, apunta que quiere “influir en la sociedad a través de la tecnología”.

Humanizar la tecnología

Ana Ruiz Galustian explica que “la tecnología está a la orden del día, está cada vez más incorporada en el día a día: en hospitales, aplicaciones de los bancos…” y añade que “el papel del humano será supervisar lo que hace la tecnología”. Por su parte, Mar Guarque Biarnes también pone en valor que la tecnología ayuda en nuestro día a día en muchos sectores.

La persistencia, la constancia, la curiosidad, la motivación, el compromiso… son solo algunos de los atributos que todas ellas comparten y que les ha permitido llegar donde están. Todas ellas son conscientes de que han tenido que sacrificar tiempo (ocio, pasar tiempo con la familia, amigos…) para superar con éxito los grados técnicos que han cursado, pero ninguna se arrepiente. Además, explican la importancia de contar con el apoyo de su entorno y la ayuda y los ánimos en todo momento de quienes tienen cerca.

No rendirse nunca

Gracia Gimeno Almiñana y Alma Tobía Castelló destacan la importancia de ser constantes. Animan a otras jóvenes a estudiar carreras STEM si es lo que les gusta, ya que según ellas vale la pena el esfuerzo, tiene una recompensa (como son estos galardones) y hay que disfrutar del camino.

Por su parte, Raquel Sans Barragán, que está cursando un grado simultáneo de Ingeniería Matemática en Ciencia de Datos e Ingeniería Informática en la Universitat Pompeu Fabra, considera que “estos reconocimientos son una oportunidad para que otras jóvenes nos vean, para quitarse estereotipos. Somos muy diversas y todas tenemos cabida en estas carreras”. El consejo de Laura Sempere Agulló para otras jóvenes es muy claro: “Si te gusta, hazlo, independientemente de lo que te digan otras personas”. Todas coinciden en destacar que no hay que rendirse nunca y nada es imposible.

Todas ellas tienen mucho que aportar y como señala el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, “Con estos premios, esperamos contribuir a fomentar la igualdad de oportunidades entre profesionales del sector STEM y mostrar nuestro compromiso con el desarrollo del talento femenino, que desafortunadamente cuenta con una menor representación en este ámbito de tanta proyección”. Actualmente, 18 de las jóvenes que han sido galardonadas en las anteriores ediciones de los Premios WONNOW siguen trabajando en el Grupo CaixaBank y dos de ellas en Microsoft. Por su parte, Alberto Granados, presidente de Microsoft en España, reconoce que “tenemos un reto como industria y como país” y añade que “tenemos que crear referentes”.

La tecnología tiene un fin, un propósito social que hace falta entender y que ilusione. “Necesitamos entender que la tecnología es también humanidad, humanismo”, señala Cristina Garmendia, consejera independiente de CaixaBank. Además, considera que: “percibimos dificultad donde no hay más dificultad que en otros grados, como por ejemplo Medicina, donde la nota de corte es muy elevada y requiere de un gran nivel de exigencia”.

Silvia Hernández, directora de Banca y Seguros de Microsoft España, señala que se tiene que trabajar la diversidad desde la educación. “Hay que dar a conocer las opciones que brindan estas carreras: poder transformar, crear, innovar… es algo muy satisfactorio en una carrera profesional”.

Entre todos tenemos que intentar que las niñas quieran ser protagonistas de las innovaciones y los cambios que están por venir en la industria, ya que los líderes del mañana están en las aulas de hoy.