Spotify reducirá el pago a los artistas independientes en beneficio de Bad Bunny y Taylor Swift

No es la primera vez que se escribe sobre lo poco que Spotify paga a los artistas por las reproducciones. Aunque la plataforma sueca depende de su contenido para seguir atrayendo usuarios y expandiendo su catálogo, con un promedio de pago de apenas 0,003. Esto ya era un problema para los artistas independientes, pero las nuevas medidas de la plataforma dejan a los músicos independientes en una peor situación. 

Es que desde Spotify se ha informado que se pedirá que las canciones tengan un mínimo de reproducciones anuales antes de ser monetizadas. La excusa, según explicó la empresa sueca en la presentación de resultados del tercer trimestre de este año, es reducir lo que se paga a usuarios que suben ruido blanco o incluso canciones de otras artistas, vale decir que a pesar del monto que pueda gastar la empresa en esto el propio CEO y fundador de la empresa, Daniel Ek, presumía de que la empresa había generado 3.357 millones de euros en lo que va de año.

Es un aumento de 11% con respecto a 2022 y que confirma que la empresa ya puede presumir de su rentabilidad de forma constante. Además, siguen compartiendo un aumento en el total de suscriptores de pago, y una mejoría en los datos del negocio de los podcast. Aun así, parece que la empresa siente que no puede permitirse el costo de seguir pagando a artistas que generan menor cantidad de tráfico a la página, o quienes crean otro tipo de contenido auditivo como sonidos de tormentas para ayudar a que los usuarios duerman, o calmar a sus bebés. 

Lo cierto es que no es más que una otra muestra de la poca preocupación de Spotify de los efectos que tiene su negocio en los artistas pequeños y medianos. Pero además entran en riesgo de que alguno de sus competidores consiga superar su catálogo, la gran ventaja que la empresa ha tenido siempre sobre sus competidores. De hecho, esta nueva medida hace que destinos como Bandcamp o Tidal sean más atractivos para artistas nuevos que la plataforma sueca dirigida por Ek. 

Será llamativo ver si este cambio tiene un efecto directo en los números de la empresa. Pero sin duda tendrá un efecto directo en los ingresos de artistas pequeños y medianos, el dato es que se necesitarán al menos 100.000 reproducciones al año para monetizar las canciones. Esto no cambia el presupuesto destinado a pagar a los artistas, pero sí aumentará el total que se puede repartir entre los artistas más escuchados. Una buena noticia para los artistas y discográficas más grandes y conocidos que han lanzado discos este año como Bad Bunny y Taylor Swift. 

SPOTIFY MANTIENE SU COMPLICADA RELACIÓN CON LOS ARTISTAS 

En la práctica desde que Spotify irrumpió en el mercado el pago a los artistas ha sido uno de los grandes problemas que ha tenido que enfrentar la plataforma. De hecho, uno de los datos que suele usarse para criticar a la plataforma es que de las aplicaciones de streaming musical es la que peor paga por reproducción con Amazon Music, Apple Music y Tidal todas pagando más a los artistas. Apoyados en que son la que tiene más usuarios mantienen a los artistas dependiendo de la misma, y a eso hay que sumar que para los usuarios la extensión del catálogo los hace el servicio más atractivo.

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Esto no quiere decir que los artistas no hayan tenido duelos directos con la plataforma. Taylor Swift dejó la plataforma hace unos años por unos meses, aunque finalmente volvió, la banda de rock progresivo Tool no subió su material a la plataforma hasta el lanzamiento de su último disco y el mítico Neil Young ha dejado su material fuera de la plataforma desde hace unos años, aunque su principal queja tenía que ver con se permitiera en la plataforma podcasts con información falsa hacer vida en el espacio.

OPCIONES PARA LOS ARTISTAS INDEPENDIENTES

Afortunadamente, los artistas pequeños e independientes siguen teniendo opciones para generar ingresos más allá de las grabaciones en servicios de streaming. La venta de discos de vinilo, que para algunos de estos músicos es más lucrativa que la presencia en plataformas, las presentaciones en vivo y las ventas digitales a través de servicios como Bandcamp pueden ser mejores opciones que depender de Spotify.

Pero ahora tendrán que depender de estas opciones incluso más que antes. Es la realidad cuando un servicio de este tamaño, y alrededor del cual gira buena parte de la experiencia musical de los melómanos del siglo XXI, que al no ser una opción económica viable para que los músicos vivan de ella, como si lo fueron los discos y las «malvadas» discográficas en su momento.