El Bono Cultural en el aire por la investidura

Pensado como un subsidio indirecto a un sector especialmente golpeado por la pandemia, el ya famoso Bono Cultural joven se ha vuelto una parte clave del ecosistema del sector en el país, al mismo tiempo que ha sido profundamente criticado. Con cerca del 40% de los jóvenes que podían solicitarlo hasta agosto de 2023 sin sumarse a la medida para el mes de agosto, algunos por desconocimiento y otros por lo complicado que es enfrentar la plataforma de solicitud.

Pero para otros ha sido una herramienta importante. La medida en un momento de crisis permitió 1.2 millones de operaciones en el sector. Dividido entre distintos usos,  100 euros pueden ser destinados a productos físicos, 100 euros para productos digitales y 200 euros para artes vivas como teatro, ópera, cine, danza, museos o espectáculos taurinos. En esa realidad tiene sentido que el pacto entre PSOE y Sumar incluya mantenerlo el año que viene. Pero para que esto ocurra la condición será por supuesto la aún complicada investidura de Pedro Sánchez. 

Es una preocupación tanto para las salas de cine como para la industria de la música en vivo. Es que el bono cultural representó ingresos de 42,5 millones de euros para todo el sector según datos del Ministerio de Cultura y Deportes. No es casual, por tanto, qué empresas como Eventim, quienes operan entradas.com en España, Live Nation o las salas de cine hayan defendido la medida. Más allá de la importancia que el Gobierno le dé a la medida en cuanto a su efecto para crear hábitos en la cultura no se puede ignorar su efecto como un subsidio y menos cuando la nueva crisis inflacionaria marca las decisiones económicas de los jóvenes. 

Lo que puede ser interesante es si hay algún cambio en la forma en que se reparten los ingresos. Es que mientras los macrofestivales pueden presumir de tener buenos datos, al punto que el Mad Cool recibió críticas por sobre ventas el sábado, las salas de conciertos siguen avisando de sus problemas de venta de entradas. A eso hay que sumarle que los más beneficiados por el bono han sido las salas de cine, que ha recibido cerca del 80% de las compras realizadas usando el Bono Cultural según los datos que ha compartido el portal Entradas.com. 

De hecho la música ha recibido solo el 3% de los ingresos generados por el Bono Cultural y de ese pequeño porcentaje una parte demasiado grande ha ido a parar en las arcas de grandes festivales. Esto sin contar los datos internos que pueden manejar eventos como el Primavera Sound que venden sus entradas a través de medios propios y es complicado saber el porcentaje que viene del bono cultural. 

ACERCAR EL BONO CULTURAL A MÁS PERSONAS

El gran reto para esta nueva vida del Bono Cultural, si se da, será cómo puede llegar a más personas. Que casi la mitad de quienes puede acceder al mismo no lo hagan, y que de los 112,6 millones de euros destinados al mismo solo se hayan usado 52,9 demuestra que no tiene el alcance deseado, y deja millones de euros que deberían apuntar tanto a la formación como a la buena salud de un sector clave dentro del turismo de España.

Uno de los grandes obstáculos para esto es tecnológico. Buena parte de los ciudadanos que pueden acceder al Bono han comentado sobre lo complicado que es usar la aplicación, además de los baches burocráticos que se deben afrontar para poder inscribir la solicitud. Es quizás el principal motivo que aleja casi al 40% de los jóvenes de la solicitud.

MADRID: LA CIUDAD DONDE MÁS SE USA EL BONO CULTURAL

Es interesante que para Madrid, una ciudad que presume de su importancia para el turismo cultural, los datos del bono cultural pueden llevar a la ciudad a plantearse alguna política similar. Es que la capital es, con diferencia, la ciudad que más usa el bono cultural con un 50% del total de los jóvenes que han solicitado esta ayuda son de la capital. Es importante tener en cuenta en una ciudad que no se ha sentido especialmente cómoda apostando por este tipo de apoyos a los jóvenes, ni a la industria cultural. 

Mad Cool

Tampoco debería ser una sorpresa, es la ciudad con más eventos, que sirvió este año como hogar a dos de los festivales más grandes de Europa con el Mad Cool y el Primavera Sound y por ella pasaron giras como la de los Arctic Monkeys, The Weeknd o Harry Styles. Es también una de las ciudades con más salas de cine del país y en la que la buena salud del mundo cultural es clave para su supervivencia.