Cambiar de profesión y emprender un negocio es posible, solo hay que estar en el lugar adecuado. IFEMA MADRID impulsa tus sueños

Encontrar la inspiración para crear un negocio de moda sostenible, dar un giro profesional y dedicarte a los musicales o mudarte a Madrid para abrir tu estudio de yoga. Estos son ejemplos de Vidas tocadas por IFEMA MADRID, historias reales a los que su paso por el recinto ferial cambió para siempre.

Tras casi una década trabajando en el sector de la moda, la diseñadora Beatriz Rivera (Madrid, 1992) consiguió crear con tan solo 28 años su propia marca de moda: Bluyins. Concienciada con la sostenibilidad, siempre se hacía la misma pregunta: ¿cómo diseñar vaqueros cuidando del medio ambiente? Así, en una visita a MOMAD, el Salón Internacional de Moda, Calzado y Accesorios de IFEMA MADRID, encontró en una conferencia la respuesta para lanzar esta firma de denim sostenible que hoy es referencia en España. «Descubrí una empresa que había inventado una maquinaria que sustituye cada una de las partes contaminantes de la producción de los vaqueros. Y pensé que no había ninguna marca que hiciera una producción similar en España con esta tecnología», afirma. Beatriz se convirtió en una de esas Vidas tocadas por IFEMA MADRID, emprendedores que cambian su rumbo profesional tras una visita a alguna de las más de 100 ferias y congresos y más de 400 eventos y convenciones que aquí se organizan. 

Beatriz Bluyins

Con Bluyins, con la que lanza dos colecciones al año, Beatriz ha logrado reducir la contaminación de sus producciones en torno a un 80% por tela. «Reducimos contaminación y optimizamos recursos naturales, que es muy importante», asegura. Ella siempre supo que quería emprender, pero fue tras su paso por la institución ferial lo que la animó a lanzar su marca: «A IFEMA MADRID le agradezco el haber sido la pieza clave y fundamental para este primer paso de emprendimiento, me ayudó a decir ‘Oye Bea, ¿por qué no animas a lanzar una marca de moda sostenible?’». Hoy tiene a seis colaboradores fijos en su firma y espera internacionalizar su trabajo muy pronto.

Cada año, cerca de cuatro millones de personas llegan hasta IFEMA MADRID para encontrar ideas frescas o nuevas vías para el crecimiento de sus negocios. Samantha Jameson (Detroit, 1985), experta en medicina holística llevaba ya 13 años como profesora de yoga en su país, pero fue precisamente una visita a Madrid, en concreto a BioCultura, la feria de productos ecológicos y consumo responsable que se celebra en IFEMA MADRID, lo que le cambió no solo sus expectativas profesionales, sino también personales. «En esa feria quedé cautivada por todas las personas que conocí, todas muy inspiradoras, amables y con la mente abierta», cuenta. A los pocos meses se estaba mudando a la capital a vivir y abría su propio estudio de yoga en el barrio de Chueca: Santo Santo. 

Samantha se convirtió en una de esas Vidas Tocadas por IFEMA MADRID, pues en esa visita al recinto ferial confirmó, además, que «la gente en España sabe mucho de medicina oriental y me di cuenta de que aquí había un bonito nicho de mercado». Ella lo supo aprovechar, sintió la inspiración, y por eso le gusta creer que las casualidades no existen: «Estaba en el momento exacto, en el lugar adecuado, y a esto le llamamos un guiño divino. Es un riesgo que decidí afrontar y estoy muy feliz de haberlo hecho». 

Un cambio de vida sobre el escenario

Si hay una de esas Vidas tocadas por IFEMA MADRID es la de Miriam Marín Mayo (Madrid, 1987). Esta joven siempre había manifestado interés por las artes escénicas, pero su papel hasta ahora era de mera espectadora. Acudió un día a ver WAH Madrid, el gran espectáculo de música, danza y gastronomía que acoge el recinto ferial y uno de los grandes éxitos de esta temporada. Allí, su vida cambió para siempre. «Fue como un flash, ese momento fue magia; el ritmo que tiene, lo visual, y me dije ‘quiero hacer algo así, quiero dedicarme a las artes escénicas sí o sí’», cuenta. Dejó su trabajo en publicidad y marketing para formarse como actriz y, al poco, dedicarse profesionalmente a la escena. «Me siento viva y renovada, estoy escribiendo un cortometraje, quiero tirar hacia la creación; agradezco a IFEMA MADRID que haya reconducido mi vida a algo más grande», afirma.

Miriam Wah

IFEMA MADRID es uno de los lugares de ocio más importantes y visitados de la capital. Eso lo sabía el promotor Carlos Serrano (Madrid 1993) cuando se planteó hacer más grande su proyecto Maudes Festival, una cita musical que también incluye arte y grandes instalaciones escénicas. Él siempre se preguntaba: ¿Cómo conseguir que miles de personas vayan a tu fiesta? Encontró la respuesta en el recinto ferial: «Teníamos claro que IFEMA MADRID nos ayudaría a dar el gran paso cualitativo que necesitaba la marca para crecer. Aporta música, grandeza y proyección». Así, se convirtió una de estas Vidas tocadas a las que su llegada a este recinto provocó que su festival fuera comparado con el mítico Tomorrowland. En su última edición reunieron más de 10.000 personas amantes de la música electrónica frente a un escenario construido por maestros falleros. «Maudes Festival tenía que celebrarse en IFEMA MADRID», asegura. 

Encontrar la inspiración en el diseño sostenible

Manuel Jiménez (Ávila, 1983), un arquitecto especializado en diseño digital, siempre se había preguntado si ¿se podría revolucionar el diseño 3D reciclando plástico? Encontró una respuesta afirmativa en 2016, cuando fundó con otros dos socios Nagami, una empresa de diseño a gran escala que trabaja con plástico reciclado gracias a la impresión 3D y que han producido objetos para diseñadores como Ross Lovegrove o el estudio de Zaha Hadid. Él es una de esas Vidas tocadas por IFEMA MADRID, pues encontró aquí un lugar donde cumplir sus sueños como diseñador, y es que en 2023 logró incorporar una de sus piezas a un espacio ideado por la creadora internacional Patricia Urquiola en ARCOmadrid, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo. «Era el objetivo, no sabría si podría pasar, apuntamos a ello y salió», asegura. 

Manuel Nagami

Manuel, que ya tiene a 37 trabajadores en su empresa con sede en Ávila y ha expuesto en el Centre Pompidou de París o la Royal Academy of Arts de Londres, ha apostado por la sostenibilidad para desarrollar su trabajo, y por eso en IFEMA MADRID siempre ha encontrado el lugar ideal para profundizar en el crecimiento de su empresa: «Hemos estado muy conectados con IFEMA MADRID en diferentes eventos; ha sido, es y será una constante fuente de inspiración para nosotros». 

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