No te quedes sin agua caliente: la importancia de la revisión de caldera

Durante los meses de invierno, el bienestar en muchos hogares depende en gran medida de una caldera que funcione correctamente. Por ello, realizar revisiones periódicas de la misma es una tarea que no debe pasarse por alto. Un mantenimiento adecuado no solo garantiza que la caldera funcione adecuadamente, sino también ayuda a conseguir ahorros significativos en las facturas de energía.

En este contexto, comercializadoras especializadas en luz y gas como Podo, destacan la importancia de tener una caldera bien mantenida para un uso más eficiente de la energía, por lo que la revisiones periódicas adquieren un papel fundamental.

4 motivos por los que realizar el mantenimiento de la caldera

Las calderas, tanto de gas natural como termos eléctricos, desempeñan un papel fundamental durante los meses más fríos en muchos hogares. Es importante destacar que, dependiendo del tipo de caldera, el mantenimiento requerido será diferente. En el que caso de las calderas de gas, las revisiones son obligatorias en la mayoría de comunidades autónomas, sin embargo, a menudo esta tarea pasa desapercibida, a pesar de que esta puede influir significativamente en múltiples aspectos, desde la eficiencia energética hasta la seguridad del hogar. Realizar revisiones periódicas en estos equipos supone beneficios tangibles a corto y largo plazo. A continuación, se detallan las cuatro razones principales para mantener las calderas en óptimas condiciones.

Eficiencia energética

Actualmente, la eficiencia es uno de los puntos a los que más importancia se le da cuando se habla de consumo energético. En ese sentido, una caldera bien mantenida garantiza, además de un rendimiento óptimo, un consumo energético eficiente. Por eso, al realizar un mantenimiento periódico de la caldera de gas se asegura evitar excesos de consumo que puedan surgir como resultado de fallos no detectados en el sistema.

En muchos casos, puede sonar tentador el hecho de posponer la revisiones periódicas de la caldera ya que, de esa forma, se evitan los costes asociados. Sin embargo, es importante tener en cuenta que ese ahorro a corto plazo puede resultar en costes mayores a largo plazo debido a ineficiencias en el funcionamiento o a problemas menores que evolucionan en grandes fallos.

En suma, la inversión en revisiones periódicas de la caldera no debe ser vista como un gasto, sino más bien una inversión a corto, medio y largo plazo. Ya que se refleja en ahorros significativos en la factura, en menos reparaciones y en una vida útil del equipo más prolongada.

Reducir los daños en la caldera

Tal y como se explicaba en el punto anterior, el mantenimiento periodico de las calderas supone reducir graves averías que puede sufrir el dispositivo derivadas de pequeños fallos.

Las calderas son dispositivos complejos, compuestos por numerosos componentes que trabajan de forma conjunta. A pesar de que estos suelen ser robustos y duraderos y están preparados para un uso intensivo, no están exentos de sufrir desgastes con el uso y el paso del tiempo. Por eso, el mantenimiento de las mismas garantiza la detección de pequeños fallos, sencillos de solventar, que podrían resultar en grandes averías del sistema.

Asimismo, un mantenimiento regular permite detectar piezas que, aunque siguen funcionando adecuadamente, están cerca de alcanzar el final de su vida útil. Pudiendo sustituirse por unas nuevas antes de que causen problemas y/o averías.

Reducción de la huella de carbono

En la actualidad, la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente se han convertido en una prioridad para la gran mayoría de personas. Dado que una caldera que funciona de forma eficiente no solo consume menos energía, sino que también minimiza las emisiones de gases como el dióxido de carbono, mantener las calderas en óptimas condiciones adquiere una relevancia adicional.

Es importante entender que una caldera con un mantenimiento inadecuado puede resultar en rendimientos poco eficientes que consumen más combustible y, por tanto, generan más emisiones contaminantes. Estas, además de tener un impacto negativo en el cuidado del medio ambiente, también influyen en la calidad del aire.

Seguridad

Por último, uno de los principales riesgos que supone una caldera en mal estado es que al funcionar bajo condiciones de alta presión, pueden experimentar cambios bruscos en la misma si un componente falla, esto puede suponer riesgo de explosiones e incendios. Por otro lado, otro de los riesgos que supone una caldera en mal estado es la emisión de gases perjudiciales para la salud como el monóxido de carbono, este es inodoro e incoloro, sin embargo, puede resultar letal.

Por todo ello, invertir en el mantenimiento habitual de la caldera no es simplemente, una cuestión de eficiencia energética y ahorro económico, también, es un motivo para cuidar nuestra salud y la del planeta.

¿Quién debe realizar la revisión de la caldera?

Cuando llega el otoño y el frío se acerca, todos queremos asegurarnos de que todo esté en orden para la llegada del invierno. La caldera suele ser uno de los primeros elementos en nuestra lista de revisión. Pero, ¿quién debería encargarse de esa revisión? ¿Es realmente necesario llamar a un profesional? Según los expertos, lo más recomendable es que la caldera sea revisada por profesionales:

  • Las empresas que fabrican calderas suelen contar con técnicos especializados y certificados para llevar a cabo las revisiones. Estos profesionales están familiarizados con los modelos específicos y conocen a fondo las características y necesidades de cada uno.
  • Existen empresas dedicadas exclusivamente al mantenimiento y revisión de calderas. Estas compañías cuentan con personal capacitado para trabajar con diferentes marcas y modelos, garantizando una revisión exhaustiva y de calidad.
  • Algunas comercializadoras de gas y electricidad pueden ofrecer servicios de mantenimiento o tener acuerdos con empresas especializadas, facilitando así el proceso para sus clientes.

Es fundamental evitar la tentación de realizar revisiones por cuenta propia o confiar en personas no certificadas. Aunque pueda parecer una forma de ahorrar, los riesgos superan con creces cualquier ahorro. Además, es obligatorio contar con un certificado de revisión realizado por una empresa acreditada. Para facilitar esta tarea, las empresas comercializadoras de gas ofrecen servicios adicionales de revisión certificada. De esta forma, el usuario solo tiene que preocuparse de ponerse en contacto con la empresa y ellos se encargan de todo.

En definitiva, no permitas que un fallo inesperado te deje sin agua caliente. La revisión regular de la caldera, ya sea de gas natural o un termo eléctrico, es una de las acciones principales para asegurar su funcionamiento óptimo y alargar su vida útil. Pues evita averías y garantiza su eficiencia, seguridad y respeto por el medio ambiente.

Una inversión que no solo asegura tu comodidad y seguridad, sino que también contribuye al bienestar del planeta. La importancia de revisar la caldera es innegable, y contar con el respaldo de empresas especializadas asegura un servicio de calidad y resultados duraderos.