Qué debes saber antes de contratar un seguro de salud sin copagos

La llegada del nuevo año supone cambios y nuevos proyectos personales: hacer más deporte, viajar más, participar en actividades de aventura, etc. Las posibilidades son múltiples y, para ello, es conveniente tener un seguro de salud, como los que ofrece Adeslas, para cubrir todas las necesidades individuales ante cualquier imprevisto. Sin embargo, nos surgen algunas dudas: ¿cuál es el mejor?, ¿qué tipo de póliza es más recomendable?, ¿es necesario evitar los copagos?

Para resolver estas cuestiones, te mostramos a continuación algunos buenos consejos a tener en cuenta antes de contratar un seguro de salid sin copagos.

¿Qué es un seguro de salud sin copagos?

Un seguro de salud es el contrato que se genera entre un particular y la aseguradora. El acuerdo que se hace permite que se puedan cubrir los servicios médicos prestados y que se pueda tener una cobertura sanitaria personalizada. A partir de ahí, se puede diseñar el tipo de póliza, la cual puede ser a todo riesgo o, simplemente, que cubra un tipo de atención específica.

En cuanto a los copagos, se trata de la prima que se paga según la póliza contratada sin que existan gastos adicionales y sin que se tengan en cuenta las veces que se utilicen los servicios del seguro. En general, la aseguradora se hace cargo de los gastos que conlleva la atención sanitaria. Por eso, es importante conocer con detalle cuáles son los tipos de pólizas que se ofrecen y contratar un seguro de salud con cobertura completa y sin copagos (como el Plena Plus de Adeslas).

¿Qué debes tener en cuenta antes de contratar el seguro de salud?

Para acertar en la contratación del seguro, es preciso hacer una valoración previa de las necesidades y tener claras las prioridades antes de contratar un seguro de salud sin copagos.

La cobertura del seguro

En primer lugar, hay que analizar bien cómo se adaptan los servicios de la póliza a nuestras necesidades. No todas las compañías ofrecen la misma cobertura; por eso, hay que observar bien qué nos ofrece y si realmente se ajusta al tipo de necesidades personales. Normalmente, suelen cubrir la medicina general, como enfermería, pediatría, rehabilitación, etc.

A su vez, hay que mirar muy bien si ofrece servicios más específicos como, por ejemplo, pruebas diagnósticas, operaciones u hospitalización. En otras palabras, hay que observar con detenimiento las limitaciones y comprobar, así, cuál sería el coste económico para hacer un contraste entre unas aseguradoras y otras.

Cuadro médico

Un paso importante antes de contratar un seguro de salud es conocer el grupo de médicos, centros de urgencia, centros de salud y la asistencia a domicilio que están asociados a la póliza. De este modo, podemos hacer la contratación si tiene un personal especializado en algún área que nos interese; de lo contrario, se tendría que acudir a la consulta de manera privada uno mismo y hacer el pago de la misma si es una cuestión puntual.

Posibles carencias del seguro

Probablemente, las prestaciones médicas tengan unos períodos de carencias, es decir, lo que se conoce como el tiempo de espera antes de disfrutar de los servicios de una póliza. La finalidad es que se evite que una persona contrate un seguro para una simple intervención o atención específica; de este modo, las aseguradoras tienden a establecer períodos de carencia para determinados servicios.

Conocer las exclusiones

En cuanto a las exclusiones, hay que valorar muy bien qué es lo que las aseguradoras no van a cubrir bajo ningún concepto. Este consejo es importante, ya que así se pueden evitar sorpresas desagradables de última hora. Hay que leer muy bien el contrato de la póliza y conocer todo lo que cubre el seguro.

El espacio geográfico y la edad

Un punto destacable es la cobertura geográfica del seguro. Se recomienda valorar cuál va a ser el parámetro de actuación de los servicios contratados, tanto si es dentro del territorio nacional como si también se incluye el internacional. Esto es importante saberlo para no llevarse sorpresas.

Finalmente, merece la pena destacar que, según la edad, es posible que el coste de la póliza se incremente si se superan los 65 años.