La cruda realidad de los jóvenes: más cualificados, pero con menos posibilidades de empleo

Según los últimos estudios, más de la mitad de los jóvenes españoles (52%) cree que es bastante probable que tenga que emigrar para poder trabajar en el futuro, especialmente para mejorar la calidad de vida o para encontrar trabajos mejor pagados.

O lo que es lo mismo; ser joven en nuestros tiempos, en un contexto global marcado por la reciente crisis socioeconómicas de la pandemia provocada por el covid solo ha traído malos momentos y noticias para los jóvenes, pero sobre todo para su empelo.

El estudio indica que el 46% de los jóvenes españoles considera que tendrán una mejor vida que la de sus padres, pero el 49% cree que tendrán muchas dificultades para trabajar en lo que les guste, para conseguir una vivienda (48%) y para formar una familia (41%).

Los jóvenes españoles están mejor preparados, pero sin empleo acorde

Ea entonces que la realidad es bastante confusa y peligrosa. Y es que España es el país de Europa con más paro juvenil: alrededor del 30% de los menores de 29 años no tiene trabajo y, entre los que lo encuentran, más del 60% lo hace con contrato temporal y más de un 80% cobra por debajo del salario mínimo.

Con este panorama de temporalidad y salarios bajos, emanciparse parece una posibilidad remota. Sólo un 15,6% de los menores de 29 años tiene la capacidad de residir de forma independiente. O, lo que es lo mismo, el 84,4% de los jóvenes menores de 29 años no pueden emanciparse.

Es más: somos el país de la Unión Europea con un mayor porcentaje de trabajadores sobrecualificados. Es así que en toda la serie histórica, que empieza en el 2013, España siempre está en cabeza entre los países europeos en esta peculiar categoría, con lo que en la última década ha sido incapaz de enfrentarse al problema. Un desprecio y derroche de talento y una gran fuente de frustración.

Empleo Jóvenes Sobrecualificados

España es el país de la Unión Europea con un mayor porcentaje de trabajadores sobrecualificados

Tal y como se recoge, esta tasa española en muchas ocasiones «suele traducirse en bajos salarios y peores condiciones laborales para las personas empleadas». En una situación parecida se encuentran Grecia y Chipre ya que superan el 30% de trabajadores con una formación que supera objetivamente la requerida para su puesto de trabajo, mientras que en Austria e Irlanda se ronda el 28%.

En el texto, analítico con la situación, se recoge también como ya en 2001, el premio Nobel de Economía Michael Spence ya explicaba la incapacidad estructural que demuestran algunos modelos económicos para generar suficientes puestos cualificados.

«En ellos, las personas con bajos niveles de estudios son los primeros expulsados del mercado de trabajo, ya que sus posiciones terminan siendo ocupadas por trabajadores sobrecualificados que se conforman con el poco trabajo que pueden encontrar», se explica.

Durante años se desató la fiebre de estudiar una carrera, ir a la Universidad parecía la garantía para el desarrollo profesional y la escalada en el mercado de trabajo.

Los licenciados universitarios se ven abocados a aceptar trabajos inferiores a su cualificación

Se ha demostrado ser un gran error, porque en España el porcentaje de licenciados universitarios crece más rápido que la proporción de empleos adecuados a ese nivel de estudios y muchas carreras universitarias tienen poca demanda en el mercado laboral.

Por lo que, al terminar los estudios, se ven abocados a aceptar trabajos inferiores a su cualificación. Así, hay cierto desacople entre lo que se ofrece a nivel formativo, el número de profesionales en esas carreras, y lo que las compañías necesitan.

Con la subida de la inflación, el golpe para los jóvenes ha sido todavía mayor. Mientras el paro caía a su mejor octubre de la historia, entre los jóvenes seguía subiendo, hasta el punto de que cada vez se alejan más del bienestar del resto de generaciones.

Esta cifra media del 36% se eleva hasta casi el 50% en el sector de la hostelería y restauración. Las mujeres sufren también una mayor tasa de sobrecualificación. Después de España, Grecia y Chipre son los otros países con mas trabajadores sobrecualificados. Luxemburgo, Suecia y Dinamarca, los que menos.