Microchips y hackers: China inicia la guerra tecnológica contra EE.UU.

La guerra fría que mantienen Estados Unidos y China se recrudece tras el «ataque sigiloso» de un hacker financiado por los asiáticos a Microsoft que trata de recabar información. Esto sucede la misma semana en la Administración del Ciberespacio de China (CAC) ha prohibido la compra de los productos fabricados por la compañía estadounidense Micron Technology, por motivos de seguridad nacional.

Este miércoles las Agencias Inteligencia de Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido han emitido un comunicado en el que alertan sobre ataques realizados por hackers chinos a infraestructura crítica estadounidense.

En el informe se detalla que el ataque corresponde a: «un grupo de actividad de interés descubierto recientemente asociado con un actor cibernético patrocinado por el estado de la República Popular China (RPC), también conocido como Volt Typhoon».

El documento también recoge las sospechas de la inteligencia de los países de la Commonwealth y Estados Unidos: «Los socios del sector privado han identificado que esta actividad afecta a las redes en los sectores de infraestructura crítica de EEUU, y las agencias autoras creen que el actor podría aplicar las mismas técnicas contra estos y otros sectores en todo el mundo».

En Estados Unidos, Microsoft ha informado del descubrimiento de «actividad maliciosa sigilosa y dirigida centrada en el acceso de credenciales posterior al compromiso y el descubrimiento del sistema de red dirigido a organizaciones de infraestructura crítica en Estados Unidos».

La compañía tecnológica estadounidense especifica detalles del hacker chino: «El ataque lo lleva a cabo Volt Typhoon, un actor patrocinado por el Estado con sede en China que generalmente se enfoca en el espionaje y la recopilación de información»

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China ataca con hackers y veto a productos americanos

La Administración del Ciberespacio de China (CAC), regulador tecnológico del país asiático, informó el pasado lunes de que ha vedado la compra de productos fabricados por la empresa estadounidense Micron Technology ya que aseguran que pueden representar un problema de seguridad nacional para el país.

La decisión fue tomada tras revisar la seguridad de la red a la que fueron sometidos los productos de Micron, el organismo chino afirma que «presentan problemas potenciales de seguridad de red relativamente serios». Lo que podría radicar en problemas de seguridad nacional.

Por esta razón, la CAC ha decidido que no se puede aprobar la revisión de seguridad de la red y que de acuerdo con lo estipulado en la legislación sobre seguridad de la red: «Los operadores de infraestructura de información crítica en China deben dejar de comprar productos de Micron».

La administración china ha explicado también que la prueba de revisión de seguridad de la red, se realiza para evitar que los defectos en seguridad del producto, afecten a la seguridad de la infraestructura china.

Las reacciones por parte de Micron y el gobierno estadounidense no se han hecho esperar y en una entrevista a la cadena de televisión británica BBC, el portavoz de Micron aseguró que habían «recibido el aviso del CAC tras la revisión de los productos vendidos en China».

Además, el portavoz ha asegurado que: «Esperamos continuar entablando conversaciones con las autoridades chinas».

Mientras tanto, desde el Departamento de Comercio de Estados Unidos, uno de sus portavoces mostrado su rechazo a la decisión de China: «Nos oponemos firmemente a las restricciones que no tienen base de hecho».

Por otra parte, la empresa estadounidense ya comienza a evaluar las pérdidas económicas que genera esta decisión. Según el director financiero de Micron: «Actualmente estamos estimando un rango de porcentaje de impacto sobre los ingresos totales entre un solo dígito bajo en el extremo inferior y un solo dígito alto en el extremo superior».

Lo que sí es palpable es que se conoció la noticia el pasado lunes, las acciones de la empresa comenzaron la sesión bursátil perdiendo un 5% de su valor, para remontar hasta quedar en un 3,7%.