Un informe de la Alianza Mundial de Profesiones de la Salud (WHPA, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido del «daño físico y psicológico» causado a los profesionales sanitarios durante la pandemia de COVID-19 porque «los sistemas sanitarios en los que trabajaban no les protegieron».
En concreto, el documento denuncia que los trabajadores sanitarios «temieron por su seguridad personal durante la pandemia debido a la falta de equipos de protección», mientras que «la ausencia de apoyo y seguridad sistemáticos hizo que muchos se sintieran infravalorados».
En el informe se reúnen pruebas del impacto de la pandemia procedentes de los cinco miembros de la WHPA, la Federación Dental Internacional, la Federación Internacional Farmacéutica, el Consejo Internacional de Enfermeras, la Fisioterapia Mundial y la Asociación Médica Mundial, que en total representan a 41 millones de profesionales sanitarios.
El director ejecutivo del CIE, Howard Catton, ha resaltado que el informe «debería ser utilizado por los gobiernos para influir en sus planes para la próxima emergencia sanitaria mundial y garantizar que el personal sanitario no tenga que soportar una carga tan pesada e injusta en el futuro».
«En todo el mundo, la falta de inversión previa en los sistemas sanitarios supuso un fracaso para los profesionales sanitarios y los equipos multidisciplinares que son la sangre vital, la esencia misma de nuestros servicios de atención sanitaria», ha esgrimido.
El máximo representante de los enfermeros a nivel mundial ha apuntado que un primer paso sería «contar con más profesionales sanitarios en los puestos directivos más altos para contrarrestar la actual desconexión entre los responsables de la toma de decisiones y los profesionales sanitarios de primera línea».
«Necesitamos que los gobiernos honren la contribución de las enfermeras y otros profesionales durante la pandemia, los eleven a puestos en los que puedan influir más directamente en las políticas de atención sanitaria, y se aseguren de que nunca más tengan que enfrentarse a una pandemia mortal sin la atención, el apoyo y la protección que merecen», ha remachado.
El informe señala, por ejemplo, que es necesario revisar la información y la formación sobre vacunación para abordar las dudas y el rechazo a la vacunación. También destaca la «falta de apoyo psicosocial y de salud mental» que experimentó el personal sanitario, y la «profunda alteración que se produjo en su educación, con el cierre de centros educativos y el aplazamiento o cancelación de prácticas clínicas». Además, el documento considera necesario realizar «esfuerzos» para proteger al personal sanitario de la «violencia crónica que existe en los centros de salud».
