Atrás quedan los tiempos en los que invertir en criptomonedas era algo desconocido por la práctica totalidad de la sociedad. Cuando Bitcoin surgió el escenario era el que acabamos de describir, pero en 2023 sucede todo lo contrario: la mayoría de la población sabe lo que es e incluso algunas personas acaban animándose a invertir.
Si también es tu caso, es importante que antes de lanzarte a la piscina valores una serie de aspectos, los cuales detallaremos a continuación. En concreto hablaremos de algunos términos de los que debes ser conocedor y también abordaremos ciertos conceptos que no conviene obviar.
Las comisiones de los exchanges
Tanto la criptodivisa que hemos mencionado en el primer párrafo como otras bastante populares, desde Ethereum hasta Dogecoin y Cardano, se compran a través de plataformas que reciben el nombre de exchanges. Si desconoces por completo este tipo de páginas web es esencial que te informes sobre cuáles son los principales exchanges de criptomonedas. Algunos de los más populares son Binance, Bybit y Coinbase.
Día tras día este tipo de plataformas obtienen unos beneficios astronómicos. Ello es fruto en gran medida de las comisiones que cobran, las cuales has de tener en cuenta antes de registrarte en el que más llame tu atención.
Lo cierto es que hay otros aspectos en los que también conviene que te fijes antes de dar el paso, tales como el nivel de seguridad, los pasos que obligan a llevar a cabo para verificar tu identidad, las criptomonedas que ponen a tu disposición para que inviertas en ellas y lo fácil o difícil que es hacer uso de su interfaz gráfica.
Aun así, en este artículo nos vamos a centrar en las comisiones. Y es que de ellas dependen los beneficios que obtengas si te sale bien la jugada de invertir en criptomonedas. En caso de que el porcentaje de comisiones sea elevado, la cifra final que conseguirás al vender la criptodivisa a un precio superior al que lo compraste quizá no sea tan alta como te pensabas.
Afortunadamente, los principales exchanges de criptomonedas son bastante transparentes en este sentido. De hecho, tienen que serlo por ley, ya que en caso contrario no cumplirían una de las condiciones que establecen los gobiernos de los países en los que operan para concederles la correspondiente licencia.
A su vez, conviene que lleves a cabo una acción muy sencilla antes de registrarte en el exchange que tienes entre ceja y ceja. Nos referimos a asegurarte de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha dado el visto bueno a la plataforma en cuestión.
No solo pienses en invertir para venderlas más adelante, sino también para utilizarlas como método de pago
Debido al gran boom que experimentó Bitcoin, criptomoneda que llegó a costar más de 50.000 dólares y que ahora no está pasando por su mejor momento, no es de extrañar que el deseo de obtener suculentos beneficios se haya apoderado de algunas personas, sobre todo en una época de crisis como la que nos está tocando vivir.
Tal vez también sea tu caso, pero entonces has de tener en cuenta dos aspectos. El primero de ellos se resume en que hay otras maneras de sacarle partido a la adquisición de una mayor o menor cantidad de criptomonedas. En efecto, también puedes utilizarlas en el día a día.
Si bien es cierto que todavía no son demasiado numerosos los comercios que admiten criptomonedas como sistema de pago, poco a poco va aumentando la cifra. Tesla fue una de las primeras grandes compañías en dar este importante paso, pero paulatinamente se suman más entidades de enorme prestigio a nivel nacional e internacional. De hecho, Telefónica analiza implementar el pago con criptomonedas.
Por último, el segundo aspecto lo detallaremos a continuación, ya que merece un apartado para él solo.
La inversión en criptomonedas es sinónima de volatilidad en estado puro
En caso de que finalmente quieras comprar criptomonedas a modo de inversión y lo hagas en uno de los principales exchanges como los que hemos nombrado anteriormente, has de saber que por muy seguras que sean estas plataformas nadie te librará de poder vivir una situación negativa que tendrás que asumir: en cualquier momento el valor de la criptodivisa adquirida puede reducirse drásticamente y no de manera progresiva.
Por supuesto, también puede pasar lo contrario. Precisamente esto es la volatilidad, una de las principales características de las criptomonedas. Para bien y para mal, Bitcoin, Ethereum y otras divisas electrónicas similares son volátiles a más no poder.
Así pues, al comprar criptomonedas es fundamental que tengas en cuenta su volatilidad y todos los demás aspectos que hemos sacado a colación. Si prefieres una inversión más estable y que no te lleve a estar mirando el valor cada dos por tres para ver cuánto ha cambiado, es preferible optar por materias primas como el oro.