Laura Borràs, la independentista señalada por corrupción

Desde el pasado viernes, la ex-presidenta del Parlament catalán y líder de Junts, Laura Borràs, se sienta en el banquillo de los acusados en un juicio por corrupción en el que se enfrenta al fin de su carrera política.

La principal responsable del partido heredero de Convergència afronta una petición de seis años de cárcel por parte de la Fiscalía y está acusada de prevaricación y falsedad documental al haber adjudicado presuntamente a dedo contratos a un amigo cuando presidía la Institución de les Lletres Catalanes.

Pese a que no ha tenido el apoyo de ERC ni del Gobern, a su llegada, un grupo de simpatizantes le ha mostrado su apoyo. Borràs cree que ha tenido un «juicio paralelo» y acusa a ERC de vulnerar su presunción de inocencia. Su abogada cree que «se ha tratado a Borràs como culpable antes de ser enjuiciada».

Laura Borràs está acusada de prevaricación y falsedad documental

A pesar de que Borràs no solo ha defendido siempre su inocencia, sino que además se ha considerado una política independentista perseguida por la justicia, su llegada al TSJC no ha contado con el apoyo de los demás partidos soberanistas, como decimos.

O lo que es lo mismo; Ni ERC ni la CUP han acudido. Tampoco Òmnium, que precisó que algunos de sus miembros irían a título individual. Sí han acudido Junts y la ACN, aunque dentro del partido de la propia Laura Borràs ha habido quien se ha desmarcado, como el alcaldable por Barcelona Xavier Trias.

En este caso, la Fiscalía pide para ella seis años de cárcel y 21 de inhabilitación, acusada de haber fraccionado contratos para beneficiar a un amigo, Isaías H., cuando fue directora de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) entre 2013 y 2017.

La Fiscalía pide para ella 6 años de cárcel y 21 de inhabilitación

Todo ello, según la Fiscalía, «con el propósito de vulnerar los principios de transparencia y concurrencia pública» y «siendo perfectamente conscientes» de que con su manera de actuar «infringían abiertamente el cumplimiento de la normativa en materia de contratación administrativa» e impedían que la gestión del servicio «pudiera ser adjudicada a otra persona», decían sobre Laura Borràs.

Con todo, y con el fin de ofrecer una apariencia fingida de respeto por los principios de publicidad y pública concurrencia y de «ocultar su actuación ilícita», según la Fiscalía, Borràs e Isaías H. «pactaron» que en cada uno de los expedientes aportarían tres presupuestos a nombre de diferentes proveedores, dos de los cuales no eran «ofertas reales» sino ‘presupuestos comparsa’, elaborados falazmente.

Por lo pronto, y ante esta situación, a la presidenta de Junts no le ha quedado más remedio que anunciar que se aleja de los focos. «No estaba preparada para esto», ha dicho; necesito hacer un paréntesis, necesito concentrarme en lo que es más importante, que es defender mi inocencia; los coacusados se han transformado en coacusadores junto al Ministerio Fiscal», valoró en un escrito remitido en el juzgado, en el que argumentaba que por ello debía declarar después de ellos.

Laura Borràs

Todo indica que Laura Borràs defraudó al ente público

Lo que se desprende de este hecho, además, es que, desde su llegada al frente de la ILC en 2013, Borràs presuntamente fraccionó de forma artificial contratos para adjudicárselos a dedo al mencionado informático Isaías H, todo con un importe pagado por la institución cultural de la Generalitat al informático del que supera los 300.000 euros.

Los magistrados han tumbado las dos pretensiones de los abogados que representan a Borràs. Por un lado, pretendían que se elevara al Tribunal Constitucional la petición de que la presidenta de la cámara pudiera ser juzgada por un tribunal popular pese a que estuviera acusada de prevaricación, un delito que la ley deja fuera de esa posibilidad.

Por otro, recusaba al magistrado instructor alegando que el PSC, que ahora pide la dimisión de Borràs, había tenido una “intervención decisiva” en la terna propuesta por el legislativo catalán al Consejo General del Poder judicial en 2004.

El magistrado Josep Seguí concluye que, una vez practicadas las últimas diligencias de investigación, como la declaración de Roger E, hay indicios para afirmar que Laurra Borràs defraudó al ente público que promueve la literatura catalana. Los correos electrónicos que intercambiaron Borràs e Isaías H. son la principal prueba de cargo en la causa.