Ni el aborto en Castilla y León acaba con la polémica del «sólo sí es sí»

La polémica ley del ‘sólo sí es sí‘ no tiene un día de descanso. Un debate que no ha hecho más que empezar, tanto en el plano social como en el jurídico. Y es que la controversia generada tras la ya vigente ley del ‘solo sí es sí’ y las rebajas de condenas a agresores sexuales han revelado una discusión profunda que va más allá de los titulares y que puede dirimirse en las altas instancias de la justicia.

El Tribunal Supremo, el órgano judicial que sirve de referencia al resto de tribunales inferiores y el que sienta la jurisprudencia, ha estado en el blanco de los detractores (y los que no lo son tanto) de esta ley impulsada por el Ministro de Igualdad, y con Irene Montero al frente.

De hecho, mientras la Fiscalía pide calma y asegura que revisarán caso por caso, Irene Montero, ha tachado a los jueces de machistas al aplicarla. Hablamos de una ley que modifica el Código Penal de 1995, pese que esto tampoco supone ninguna novedad, pues los actos sexuales forzados se consideran delito en España desde la aprobación del primer Código Penal.

El rechazo feminista de la ley ‘sólo sí es sí’

La gran novedad que aporta esta ley es la supresión del delito de abusos sexuales. Recordemos que los abusos son comportamientos de carácter sexual llevados a cabo sin el consentimiento de la víctima, pero cometidos sin violencia o intimidación; por ejemplo, mantener relaciones aprovechando que la otra persona ha consumido alguna sustancia que le impide ser dueña de sus actos.

De ahora en adelante, cualquier comportamiento delictivo de carácter sexual se considera una agresión, independientemente de que se utilice la violencia o la intimidación…

Algo que incluso grandes voces como la propia Manuela Carmena han rechazado, aún de la polémica con Vox y de su reiterado plan sobre al aborto, en la que ahora también se opone a que la mujer pueda decidir abortar por sí sola sin contar con el hombre.

Hablamos de una líder de esta ley, Irene Montero, número dos de Podemos, quien hizo de la debilidad virtud. Y cuando estuvo acorralada y políticamente en la estacada, su partido apretó filas y la aupó a una posición de candida en caso de que su relación con Yolanda Díaz no se llegue a firmar.

Mañueco Vox Aborto Sólo Sí Es Sí

El plan de Vox sobre el aborto no silencia las críticas de la ley de Irene Montero

Los ataques que recibió de Vox la catapultaron con la finalidad meter prisa a Yolanda Díaz para que concrete qué es lo que quiere hacer con Sumar. Asimismo, y de esta forma, y a pesar de que el aspecto sobre el aborto que busca Vox está provocando un fuerte enfrentamiento entre partidos políticos, la ley del ‘solo si es sí’ sigue sumando detractores. 

Lo cierto es que la idea principal de la ley ‘solo sí es sí’ es la atención y protección integral a las víctimas, que no se siga poniendo el foco en ellas en los casos de violencia sexual, ni si se resistieron ‘lo suficiente’, Pero no se trata de una ley punitiva, que pretendiera endurecer unas penas que ya son elevadas en comparación con países de nuestro entorno, como reiteró recientemente Victoria Rosell, actual delegada del Gobierno contra la Violencia de Género.

Del mismo modo, y entre toda la polémica, la Junta de Castilla y León no ha publicado todavía ninguna ley, decreto, circular o protocolo con respecto a sus medidas en contra del aborto, tan solo una nota de prensa, que no tiene carácter obligatorio.

Manuela Carmena no duda de la buena intención del Gobierno, pero tampoco está a su total favor

De hecho, el propio presidente, Alfonso Fernández Mañueco, aseguró en una rueda de prensa que, con este anuncio, “no se modifica el protocolo de actuación sanitaria para la interrupción voluntaria del embarazo”.

En la nota de prensa se especifican las medidas que los profesionales sanitarios deben implementar cuando una mujer o persona gestante quiera abortar, pero son de carácter voluntario. Entre ellas se encuentra la de escuchar «el latido fetal».

En este contexto, como decimos, ha sido la misma Manuela Carmena, exalcaldesa de Madrid, quien se ha sumado a las críticas, diciendo que, si bien «no tiene mala intención», sí que está «mal redactada».