Las abundantes lluvias del otoño y el invierno incrementan el riesgo de humedades en casa. Un exceso de humedad en la vivienda no solo es un problema muy molesto, también pude resultar dañino para la salud, porque puede dar lugar a la aparición de moho, ácaros y polvo, responsable de muchas alergias de mayor o menor gravedad. También afecta al bienestar general, porque genera un ambiente frío y poco confortable, ensucia los muros y termina provocado un molesto mal olor.
5VENTILAR A DIARIO

A veces, a causa del frío, nos olvidamos o nos da pereza ventilar la casa. Sin embargo, es algo que se debe hacer cada día en cualquier época del año, pero especialmente en los meses de lluvia y frío. Lo ideal es ventilar a primera hora de la mañana durante 5 o 10 minutos, aunque si las temperaturas son muy bajas, se puede hacer a mediodía, cuando el sol caliente un poco más. También se aconseja ventilar después de ducharnos, de planchar o de cocinar. Las duchas deben ser breves (también por una cuestión medioambiental) y mejor con agua templada para que no se forme tanto vapor.