La cebolla es uno de los productos más utilizados en la gastronomía. Y, especialmente, en España, donde gran parte de las recetas típicas de la tradición española incorporan un sofrito de este especial producto en cualquiera de sus variantes: cebolla morada, cebolleta, cebolla francesa…
Un éxito de la cebolla que hace comprensible que muchos sean los consumidores que, en el país, busquen tener la mayor calidad en este producto para sus platos. Una calidad que, en gran medida y en estos momentos de crisis energética, está muy relacionado con los productos nacionales y de proximidad. Algo que lleva a los españoles a buscar en el etiquetado que la procedencia de origen de las cebollas sea España.
Sin embargo, tal y como hemos podido comprobar en Qué! Consumo, lo cierto es que esta tarea no resulta del todo sencilla. Y es que, a pesar de que la cebolla es un producto estrella en el país, lo cierto es que en las fruterías encontramos muchas variantes que simulan su origen español, pero proceden en realidad de otros lugares, como es el caso de Perú.
