Se nos ha repetido muchas veces, que lo mejor antes de dormir es tomar una cena ligera, preferiblemente un par de horas antes de acostarnos para no interrumpir el proceso digestivo. Pero de la teoría a la práctica hay un abismo en la mayoría de los casos, y es muy habitual cenar tarde y a veces, con mucha hambre, sin mirar demasiado qué tipo de alimentos ingerimos. El resultado: digestión pesada, peor calidad del sueño, hinchazón, gases, reflujo gástrico, incluso problemas metabólicos a largo plazo.
9CARNE ROJA
La carne roja es de digestión lenta y difícil, además resultar demasiado saciante, así que no es en absoluto buena idea tomarla en la cena. En realidad, todos los organismos de la salud desaconsejan su consumo o recomiendan que se reduzca todo lo posible por los efectos negativos que puede tener para la salud y para el medioambiente.