San Saturnino es el santo que honramos el 29 de noviembre

San Saturnino es representado iconográficamente como un hombre arrastrado encima de unos escalones por un toro, y la razón de ello es que cuando San Saturnino fue defenestrado por los adoradores de Júpiter Capitolino, esta fue la penitencia que se le impuso.

Según la información que maneja el Instituto Nacional de Estadística español, hoy es el día en que celebran su onomástico aproximadamente 7.200 caballeros que fueron bautizados con el nombre de Saturnino, y es probable que alguna dama también haya recibido en bautismo el nombre de Saturnina, así que de conocer a alguno de ellos, no puedes dejar pasar la oportunidad de felicitarles.

San Saturnino

San Saturnino

La historia de San Saturnino aparece recogida en un documento histórico que se denomina ‘La Passio Saturnini’, que es un documento muy antiguo de origen galo, en el que se explica que en la época socio-histórica en la que este santo vivió, a penas existían comunidades cristianas organizadas, ya que muchos de sus templos habían sido sustituidos mayormente por templos de adoración pagana.

En vida, San Saturnino fue un Obispo que es especialmente venerado en España y Francia, los datos históricos más confiables indican que murió como mártir en el año 250. El mismo escrito cuenta que en una ocasión en la que San Saturnino se encontraba en Tolosa, la ciudad de la que San Guillermo fue el primer conde, se dirigió a misa, y como cada vez que lo hacía, tuvo que pasar por el frente del Capitolio, que era un templo que había sido dedicado al dios Júpiter Capitolino.

Cuando los sacerdotes del templo capitolino lo vieron caminar por el frente de las puertas, comenzaron a increparlo, acusándolo de alterar a sus dioses, porque por causa de la presencia de un cristiano, sus dioses habían enmudecido, obviando hacer manifestaciones ante sus fieles.

El ataque de la turba

El ataque de la turba

Esa fue la causa por la cual una multitud de personas se abalanzó en dirección al santo, amenazándolo e instándole a que debía compensar a los dioses paganos, por haberlos irritado sacrificando un toro en su altar. Por supuesto, San Saturnino se negó en redondo, de modo que los paganos lo apresaron y lo subieron encima del animal, picándolo en los cuartos traseros para que descendiera las escaleras del templo, llevando a San Saturnino agarrado de su cuello.

De más está decir que esta acción causó la muerte de San Saturnino, cuyo cuerpo fue abandonado en medio de la calle, y es por esa razón que es representado en la iconografía cristiana con un toro que lo acompaña, para representar no sólo su santidad, sino recordarnos cuál fue el martirio que sufrió por defender la fe en Jesús.

Con el tiempo, el templo de Júpiter Capitolino se convirtió en otra clase de templo, uno cristiano, y no se ha dejado de recordar que fue en sus escaleras en donde San Saturnino fue martirizado y la forma en que su martirio fue llevado a cabo.

Sin duda, San Saturnino es digno de ser recordado el día 29 de noviembre, pero el Santoral Católico de este día también incluye a otros beatos y santos, como ocurre con todos los días, porque en santoral está compuesto de aproximadamente 10.000 nombres de hombres y mujeres que aportaron sus obras y sus vidas para lograr que la fe cristiana se esparciera por el mundo, y entre los que recordamos hoy, se encuentran:

San Álvaro Pelagio, San Brandán, San Demetrio, San Filomeno, Santa Iluminada, San Jacobo obispo, San Paramón, San Radbodo, San Saturnino de Cartago, Beato Alfredo Simón Colomina, Beato Dionisio de la Natividad (Pedro Berthelot), Beato Eduardo Burden, Beato Federico de Ratisbona, Beato Guillermo Gigson, Beato Guillermo Knight, Beato Jorge Errington, Guillermo Gigson y Guillermo Knight, presbíteros y mártires y Beato Redento de la Cruz.