DGT: Así debes colocar los retrovisores para no tener puntos ciegos

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La visibilidad en la conducción es primordial. Ver y ser visto es clave para circular seguro por las carreteras, donde, a veces, elementos incontrolables por los usuarios de las vías, como la lluvia o la niebla, son los que impiden una conducción segura. Es por esto que la DGT ha querido profundizar en los que se denominan puntos ciegos al conducir.

Para ello, y que no tengamos problemas al montarnos en el coche a la hora de desplazarnos, el propio organismo vial ha presentado una serie de consejos aptos y muy hábiles para todos con el fin de ir lo más seguros posibles. En ello, gran parte lo centran en los espejos retrovisores, los cuales hay que colocar en una posición correcta. Lo repasamos.

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El objetivo es que el conductor vea directamente desde la parte trasera del coche

Con todo, para hacerlo tenemos que ajustarlo de la forma más precisa. Para ello, tenemos que inclinarnos de tal manera que la cabeza casi toque la ventana del conductor. Si el retrovisor se ajusta de la forma tradicional, el lado del automóvil debería ocupar casi todo el espejo.

Así, debemos ajustar el retrovisor para corregir este detalle hasta que podamos ver el panel lateral trasero (la parte trasera del automóvil). En este caso, si hemos el retrovisor correctamente, la parte trasera del automóvil debe ocupar menos de un tercio de este.

El objetivo, como dice la DGT, es que el conductor vea directamente desde la parte trasera del vehículo. Evitando así los puntos ciegos, no debemos tratar de inclinar el retrovisor para conseguir una mejor vista del tráfico a ambos lados. Es entonces cuando el retrovisor central debe compensar aquello que los retrovisores laterales no pueden mostrar (y no compensar un mal ajuste).

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