El albornoz es una de esas prendas de baño que tiende a pasar desaperciba cuando de higiene se trata y es importante que le prestemos la misma atención que le prestamos a las toallas e incluso a la limpieza del cuarto de baño, ya que según los últimos estudios realizados en la Universidad de Arizona, el albornoz puede representar un caldo de cultivo para bacterias, gérmenes y hongos.
Lo cierto es que el albornoz es una prenda de gran utilidad en el cuarto de baño, pero suelen presentar los mismos problemas que las toallas si no se cumplen con la frecuencia del lavado, y podría llegar a convertirse incluso en una fuente de contagio de enfermedades infecciosas.
A continuación te contamos cual es la frecuencia con la que debes lavar el albornoz y te explicamos además las razones por las que debes hacerlo.
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¿Cuál es la frecuencia con la que debemos lavar el albornoz?
De acuerdo a las conclusiones del estudio realizado en las Universidades de Arizona, aunque no existen datos científicos que determinen la frecuencia exacta con la que se deben lavar las toallas y los albornoces, los expertos recomiendan que frecuencia no exceda los 3 o 4 días máximo, sin embargo, esta frecuencia dependerá de varios factores.
- Si eres un adulto sano
- En el caso de los niños, la frecuencia es diferente
- Otro factor que incluye es la cantidad de personas que utilizan el mismo albornoz
- Si eres una persona mayor
- Si padeces ciertas enfermedades (VIH, Hepatitis)
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¿Por qué es importante la frecuencia del lavado del albornoz?
La importancia de mantener la higiene en el albornoz y en las toallas que utilizamos en el baño está en el hecho de que mantenemos contacto con ellas, las utilizamos para secarnos por lo tanto pueden rozar nuestro cuerpo, nuestra piel, manos, boca y zonas intimas incluso.
En el estudio realizado por la Universidad de Arizona, se muestra como al bajar la cadena con la tapa del inodoro abierta, se forma una nube de bacterias fecales en el aire que inmediatamente se depositará en las superficies más cercanas y ya sabemos que tanto el albornoz como las toallas siempre están cerca.
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¿Cuáles son las bacterias y gérmenes que podrían encontrarse en el albornoz?
Tanto las toallas como los albornoces constituyen una fuente de bacterias, hongos y gérmenes, además acumulan una gran cantidad de células de piel muerta y una gran variedad de secreciones provenientes de diferentes partes del cuerpo, salivales, anales y urinarias, sin mencionar los ácaros y otra gran cantidad de agentes patógenos. Sin embargo, existen dos bacterias bastante conocidas que pueden causarnos daños en la salud;
- Escherichia coli
- Salmonella
- Staphylococcus aureus
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¿Cuál es el riesgo de no lavar el albornoz con frecuencia?
Y es que como comentamos anteriormente, el albornoz al igual que las toallas son prendas que tienen con contacto con nuestra piel y otras zonas delicadas del cuerpo, por esa razón el riesgo de contagio de algunas enfermedades es elevado cuando no se lavan con la frecuencia recomendada. Algunas de las enfermedades a las que estamos expuestos;
- Infecciones de la piel
- Hongos o infecciones genitales, en el caso de las mujeres, la vaginitis femeninas o las candidiasis genitales masculinas
- Infecciones que se manifiestan con síntomas como fiebre o diarrea
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¿Qué pasa con la humedad y la temperatura de nuestro baño y el albornoz?
Y es que la humedad que existe en los cuartos de baño junto a los cambios de temperatura se convierte en aliados para la multiplicación de las bacterias, gérmenes y hongos que crecen en las toallas y albornoces. Por esta razón, es sumamente importante que mantener los cuartos de baño ventilados, incluso en invierno.
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¿Cómo debo lavar el albornoz?
Los expertos recomiendan seguir ciertas normas al momento de lavar albornoces y las toallas.
- Hacer una colada solo con toallas y albornoces
- Dependiendo del material del albornoz utilizar el ciclo del lavado, por lo general son de algodón
- Utilizar algún detergente neutro y si es posible colocar un poco de vinagre en la lavadora, esto ayudara con la obtención de mucha más suavidad en la prenda y con la higiene
- Es importante que al momento de secar, todas las partes estén completamente secas porque podría aparecer el mal olor
- Tratar en lo posible de que este expuesto al sol o al aire libre y hay que utilizar siempre una percha porque por el peso puede llegar a deformarse
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¿Cuál es el truco para que el albornoz esté además de limpio, suave y huela bien?
Este es un viejo truco que utilizan las abuelas para que tanto las toallas como los albornoces estén siempre suaves y perfumados, es realmente simple pero bastante efectivo. Se trata de añadir algunos ingredientes naturales en el lavado, lo puedes hacer de manera separa e incluso llegar a mezclar alguno de ellos.
El bicarbonato de sodio, es excelente para quitar el mal olor de la ropa de baño, por lo que las abuelitas recomiendan colocar dos cucharadas en la lavadora cuando estés haciendo la colada con las toallas y albornoces.
También puedes utilizar sal gruesa o sal marina, porque es ideal para retirar los residuos que puede dejar el detergente, igual que el bicarbonato puedes colocar unas cucharadas de sal en la lavadora al momento de la colada.
Por último, están los aceites esenciales de origen natural, como la lavanda, solo debes colocar un buen chorro en la lavadora y tus toallas y albornoces quedaran limpios, suaves y perfumados.
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Algunas recomendaciones para el final
Aunque no hay una frecuencia exacta, los expertos recomiendan lavar el albornoz como mínimo una vez a la semana, también recomiendan no compartir esta prenda, mantener la higiene personal, al momento de hacer la colada, tratar de hacerlo solo con prendas de baño, y tratar de que al momento de secarlo este expuesto al sol y al aire y por sobre todas las cosas, garantizar que esté completamente seco.
Como recomendación final, evitemos enfermedades y lavemos el albornoz con más frecuencia y utilicemos algún tipo de producto desinfectante si es posible de origen natural.
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