Por supuesto que conoces la espuma de afeitar, ¿quién no? Hay anuncios por todos lados, los encontramos en las estanterías de las farmacias y de los supermercados, con múltiples colores, beneficios y aditivos, pero ¿sabías que hay otros usos que se les puede dar, además de afeitar? Eso es lo que vamos a contarte hoy.
3¿Cuál es la historia de la espuma de afeitar?

Los arqueólogos han podido obtener pruebas de que una especie rudimentaria de crema para afeitar era usada en Sumaria, aproximadamente en el año 3000 antes de Cristo. Se trataba de una crema que era el resultado de una mezcla entre un álcali de madera y grasa de animales, la que se aplicaba encima de la barba, como preparación previa al proceso de afeitado.
Ahora bien, la crema de afeitar que conocemos a día de hoy, comenzó a fabricarse hace aproximadamente unos 200 años atrás, cuando las barberías que eran las más exclusivas situadas en Londres, tales como Truefitt & Hill, Geo.F. Trumper y Taylor of Old Bond Street.
De hecho, Truefitt & Hill ha seguido produciendo crema de afeitar al menos desde el año 1805, que fue el mismo año en el que fue fundada. La crema de afeitar que se ofrecía en aquel momento se trataba simplemente de una alternativa al jabón para afeitar tradicional.
En la década de 1950 se comenzaron a comercializar las primeras espumas de afeitar envasadas en latas en forma de aerosol. Pero las mismas contenían clorofluorocarbonos, los cuales dañaban la capa de ozono. Esto llevó a la sustitución de CFC, hacia finales de la década de los años 70, por gases como pentano, propano, butano e isobutano.
Esta forma de comercialización se ha seguido utilizando, porque la razón por la que fue creada todavía existe, que es la de ahorrar tiempo en el afeitado, obteniendo la espuma de afeitar de un bote, pero hay otros usos que le puedes dar a la espuma de afeitar.