El origen de las persianas alicantinas

El uso de persianas se encuentra ampliamente extendido en nuestro país. Si viajamos a otros países europeos es muy poco frecuente encontrarlas, pero en España utilizamos diferentes tipologías de persianas para regular la entrada de luz y aire en el interior de nuestros hogares.

Uno de los tipos de persianas más extendidas entre los hogares españoles es la persiana alicantina. Este tipo de persianas han logrado extenderse por todo el país y es el tipo de persiana más clásico y frecuente en la mayoría de hogares tradicionales.

¿Qué caracteriza a las persianas alicantinas?

Las persianas alicantinas son persianas enrollables a través de una cuerda. Se componen de distintas lamas, que pueden ser de madera o de PVC, a través de las cuales deja pasar el aire y la luz del exterior. Es un elemento imprescindible para repeler el agua y para proyectar sombra en puertas y ventanas en los hogares, pero sobre todo permiten regular la luz del sol a conveniencia.

Las persianas alicantinas son un clásico en la decoración de hogares gracias a su funcionalidad y a lo fácil que resulta su instalación. Transmiten sencillez y un aspecto rústico que diseñadores y decoradores de interiores aprecian cada vez más. Con el paso de las décadas se han convertido en un símbolo del estilo de vida mediterráneo que forma parte de nuestra idiosincrasia como sociedad. Las persianas alicantinas han ido evolucionando con el paso de los años desde su origen y son un elemento imprescindible que a día de hoy se siguen utilizando.

¿Cuándo se comenzaron a utilizar las persianas alicantinas?

El origen de las persianas alicantinas estuvo en la provincia de Alicante, de la que toma su nombre. La primera vez que se patentó este tipo de persianas fue en el año 1916 por parte de un empresario de la zona, Vicente Barceló Santonja, que registró las primeras persianas alicantinas como “cortinas orientales realizadas en sarmiento de vid”.

Las primeras persianas alicantinas se trataban de unas cortinas elaboradas con trozos pequeños de sarmientos de vid que no tenían otro objetivo que regular la entrada de sol en el hogar y protegerse de las moscas tan abundantes durante la época de la recolecta de la uva. Muy pronto se hicieron muy populares y la gran mayoría de hogares las incorporó en sus puertas y ventanas.

Más tarde comenzó a utilizarse la madera como elemento principal en la elaboración de este tipo de persianas y se le fueron añadiendo tintes para que el consumidor pudiera elegir entre diferentes tipos de colores según sus preferencias decorativas. Este tipo de persianas continuó evolucionando y con el paso de los años se fabrican en materiales como la madera, el plástico o el PVC.

Como se puede apreciar, el origen de las persianas alicantinas está en la provincia de la que toma su nombre. Un elemento que hoy en día está presente especialmente en pueblos y zonas rústicas, pero que resulta cada vez más valorado en todo tipo de viviendas gracias a su aspecto y su funcionalidad.