El tatuaje está de moda, muchos lo ven como una manifestación artística, otros como un hobby, pero lo cierto es que en los últimos años se han incrementado los tatuajes, tanto en jóvenes como en adultos, de hecho, ya no hay edad correcta para los tatuajes.
Y es que cuando te realizas un tatuaje, la aguja puede llegar a perforar tu piel unas 3000 veces por minuto, lo que literalmente te va a generar una herida, que podría sangrar, se formará una costra incluso y si no se toman las medidas de higiene apropiadas podría generarse una infección con graves daños para la piel, sin mencionar los riesgos de contagio de enfermedades como la hepatitis o el VIH.
Pero a pesar de todos estos riesgos, muchos rescatan la sensación de “dolor placentero” que se genera en el cuerpo cuando te estas realizando el tatuaje. Lo que ocurre es que el cuerpo libera sustancias como la endorfina y la adrenalina como una medida de defensa ante la agresión a la que se ve expuesto y esta mezcla de sustancias genera una sensación de placer doloroso que muchos pueden llegar a disfrutar.
Sin embargo, tatuarse conlleva una gran cantidad de riesgos para tu salud que debes considerar al momento de tomar la decisión. A continuación te contamos todo lo que le pasa a tu cuerpo cuando te haces un tatuaje.
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La descarga de adrenalina y endorfinas durante la elaboración de un tatuaje
Resulta que cuando te tatúas, el cuerpo como una forma de agresión, sobretodo porque las agujas penetran en la piel y en consecuencia el cuerpo se pone el alerta como una manera de defenderse, en este sentido el sistema nervioso activa la respuesta contra el dolor, es decir, produce adrenalina, endorfinas y analgésicos naturales, que hacen que tu cuerpo se relaje.
Esta descarga de adrenalina dependerá del tamaño del tatuaje, por lo que muy probablemente tengas problemas para dormir la primera noche. Por otro lado, las endorfinas pueden llegar a provocar una sensación de relajación placentera e incluso va a mejorar tu estado de ánimo, por lo que muchos hablan de un dolor placentero, de allí incluso la adicción a los tatuajes.
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La piel y los tatuajes
Cuando te haces un tatuaje, tanto la zona tatuada como las áreas que le rodean estarán enrojecidas e hinchadas, en cuestión de días se formara una costra y la hinchazón y el enrojecimiento disminuirán significativamente.
La costra se forma por el plasma que produce la piel de manera natural, este se endurece y se forma una pequeña costra sobre la zona tatuada, los expertos recomiendan estar particularmente pendientes del color de la costra, ya que si adquiere un color verdoso indica que el tatuaje se ha infectado.
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El cuerpo no quiere los tatuajes e intentará eliminarlos toda la vida
Así es, investigaciones recientes han demostrado que cuando te realizas un tatuaje el cuerpo luchara toda la vida por eliminar la tinta. Al parecer las heridas que se generan cuando te realizas un tatuaje hacen que el organismo alerte a las células del sistema inmunológico para que acudan a la herida e intenten combatirla, estas células que los especialistas han denominado como macrófagas intentan comerse la tinta con el único objetivo de combatir la inflamación, muchas de ellas mueren en el proceso, pero el cuerpo las reproduce y permanecen en la lucha toda la vida, sin embargo, no logran eliminar el tatuaje, solo disminuir su intensidad con el tiempo.
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¿Los tatuajes y el cáncer?
Recientemente la Comisión Europea ha realizado una advertencia sobre las sustancias que se liberan en el organismo cuando te realizas un tatuaje. Y es que algunas de las tintas que se utilizan para realizar los tatuajes también se utilizan en el mundo textil e incluso en la industria del aluminio, y contienen sustancias que pueden llegar a ser potencialmente cancerígenas.
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¿Cuáles son los otros riesgos implicados en los tatuajes?
Los riesgos se incrementan cuando elijes una tienda poco confiable, ya que existen ciertas normas de higiene que se deben considerar, sobre todo con las agujas que se utilizan. Cuando se realiza un tatuaje con una aguja sucia, es decir, que haya sido utilizada con otros clientes se corre el riesgo de infectarse con enfermedades como la hepatitis y el VIH.
Pero además, si no te cuidas el tatuaje una vez realizado, si no mantienes una higiene adecuada se puede generar una infección en la herida, que no solo dañara el tatuaje sino que podría ocasionarte graves daños en la piel. Pueden generarse problemas de alergia a la tinta pigmentante utilizada, de allí la importancia de realizar una prueba para determinar si eres alérgico antes de realizar el tatuaje.
También se pueden generar problemas de cicatrización y la formación de granulomas, que son las temidas protuberancias que se forman alrededor de los tatuajes y pueden llegar a ser bastante desagradables.
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Recomendaciones para cuidar el tatuaje
Existen unas recomendaciones básicas que se deben seguir cuando realizas un tatuaje, claro que van a depender del tamaño del tatuaje. Lo primero es mantener el área del tatuaje limpia, recuerda que es una herida que necesita cuidados, algunos expertos en tatuaje recomiendan usar agua y jabón cuando te duchas, con movimientos suaves.
También se recomienda utilizar crema humectante varias veces al día, evitar por sobre todas las cosas exponer el área del tatuaje al sol por lo menos las primeras semanas, tampoco se recomienda nadar, tratar de usar ropa adecuada que se adapte a la zona tatuada. Todas estas recomendaciones se deben seguir durante las primeras dos semanas, que es cuando la herida debería culminar el proceso de cicatrización.
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Algunos comentarios para el final
Los tatuajes han estado con nosotros desde hace miles de años, muchos atribuyen su origen a los egipcios incluso, sin embargo, son muchos los riesgos que se encuentran involucrados en el proceso de elaboración, por lo que resulta de vital importancia que se realicen en una tienda especializada donde se cumplan con todas las medidas de higiene necesarias y con personal con experiencia y sobre todo que se mantengan los cuidados posteriores.
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