La receta de patatas chafadas es una de esas de las que puedes presumir en redes sociales, porque queda bonita y atractiva, y lo que es más importante: es barata y una verdadera delicia, como todo lo que se hace con patatas. Además, se presta a diferentes variantes, así que podemos ir cambiando algunos ingredientes para disfrutar de toda la versatilidad de este plato. Están pensadas para servir de guarnición en platos de carne o pescado, aunque también puede ser una deliciosa cena, o parte de un picoteo variado. [nextpage]
PROPIEDADES DE LAS PATATAS
La patata es una hortaliza con muchos beneficios. Es rica en carbohidratos, que aportan energía, por eso son ideales para los días fríos de otoño e invierno. Además, tiene un 75% de contenido de agua, así que es muy diurética. También es fuente de vitamina C, vitamina B, potasio, hierro, magnesio y ácido fólico. Para esta receta vamos a preparar con mantequilla, pimentón y ajo, pero si se desea algo más ligero, se puede sustituir la mantequilla por aceite de oliva virgen. Las especias también se pueden variar, todo es cuestión de aventurarse y probar cosas nuevas. Aquí te explicamos el paso a paso. [/nextpage] [nextpage]
INGREDIENTES PARA LAS PATATAS CHAFADAS
Es importante que las patatas tengan más o menos el mismo tamaño, ya que así se cocinarán al mismo tiempo.
- 12 patatas medianas
- 500 ml de agua
- 25 g mantequilla
- 3 gramos de pimentón dulce (o picante, según gustos)
- 3 gramos de ajo granulado
- Pizca de sal
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PREPARACIÓN DE LAS PATATAS CHAFADAS
En primer lugar, lavamos muy bien las patatas, frotando un poco la piel con un cepillo para retirar cualquier resto de tierra o suciedad, porque no las vamos a pelar y se van a comer con piel. Las vamos a cocinar al vapor, así que ponemos agua en una olla o recipiente y después encajamos la cesta. Colocamos las patatas y dejamos que se cuezan. Otra opción es hacerlas al microondas, con la tapa puesta durante unos 4 minutos, o cocidas en agua de la forma clásica. Para saber si están en su punto, pinchamos con un palillo o brocheta. Tienen que estar tiernas. [/nextpage] [nextpage]
CHAFAR LAS PATATAS CON CUIDADO
Una vez cocinadas las patatas, las colocamos en una fuente de horno. Llega el momento de darle ese aspecto chafado. Simplemente, hay que colocar el dorso de una cuchara encima y aplastar un poco, con cuidado de que no queden demasiado rotas, lo justo para que el interior de la patata quede expuesto para absorber los demás ingredientes. Por otro lado, tomamos un bol y mezclamos la mantequilla con el pimentón y el ajo en polvo, y lo batimos bien hasta que se mezcle. La mantequilla tiene que estar a temperatura ambiente para manipularla mejor. Una vez chafadas todas las patatas, ponemos una cucharadita de esta mezcla sobre cada una de ellas. [/nextpage] [nextpage]
OPCIONES DE ALIÑO PARA LAS PATATAS CHAFADAS
Cuando estén aliñadas todas las patatas chafadas, llevamos la fuente al horno y gratinamos unos minutos hasta que la parte de arriba tenga un color ligeramente dorado. Se sirven inmediatamente bien calentitas y recién hechas. Esta versión con mantequilla y pimentón es una delicia, pero podemos hacerlas también con perejil fresco y ajo, queso mozzarella, hiervas provenzales, o bien acompañarlas con diferentes salsas como pesto, salsa harissa, chimichurri, salsa romesco, salsa brava o mojo picón. [/nextpage] [nextpage]
COMO GUARNICIÓN O PLATO ÚNICO
Esta receta tan apetitosa se puede incluir en un montón de platos, ya que es una guarnición alternativa (e irresistible) a las típicas patatas fritas. También pueden ser parte de un plato principal o rico plato combinado, completándolas con una ensalada completa de hojas verdes, tomate fresco y algún fruto seco. Otra opción interesante es hacerlas al grill o en la barbacoa, que les da un toque tostado por fuera que resulta delicioso. [/nextpage]
