La Dirección General de Tráfico (DGT) ya se ha puesto manos a la obra para enfrentarse, en la medida de lo posible, a los problemas circulatorios que puedan sucederse durante los próximos meses de verano, con todo lo que eso conlleva.
Entre sus principales medidas, está la de sumar coches camuflados equipados con radares para detectar y multar a aquellos conductores que superen los límites de velocidad y, por lo tanto, puedan poner en riesgo tanto a ellos mismos como a otros vehículos.
Esfuerzos estivales
Como sucede cada año, la Dirección General de Tráfico sabe que la época veraniega, con sus correspondientes operaciones de salida y llegada, y la cantidad de vehículos que salen a las carreteras para disfrutar de sus vacaciones, es uno de los momentos más delicados del año. Cuando más accidentes se producen.
Por eso, sus esfuerzos se redoblan en estas fechas, con una mayor vigilancia, sobre todo de lugares especialmente críticos. Ya se conocen que dos nuevos modelos de coches formarán parte de sus esfuerzos para proteger la integridad de quienes utilizan las carreteras.
