¿Ha oído hablar de alguien que haya desarrollado un espolón calcáneo? Pues bien, la situación no es nada divertida, como verás hoy. Pero, en primer lugar, debemos comprender mejor en qué consiste el problema.
Nuestro pie está formado por más de 20 huesos divididos, básicamente, en tres regiones: tarso, metatarso y falanges. El tarso es la región responsable del soporte de nuestro cuerpo, donde se encuentran el astrágalo y el calcáneo (el hueso más grande del pie), que se consideran soportes importantes.
Este último hueso, como se ha descrito, da forma al talón, y su función principal es redistribuir el peso recibido por el cuerpo a otras regiones del pie. Es en este punto, sobre todo, donde se forma el espolón calcáneo.
En primer lugar, el espolón calcáneo puede definirse como el crecimiento extraordinario del calcáneo, el hueso del talón descrito en el párrafo anterior. También llamada calcificación, la sensación que describen quienes padecen el problema es que parece haber la aparición de una nueva formación ósea en la región. ¡Y eso es exactamente lo que es!
El problema se llama espolón calcáneo debido a la protuberancia que aparece en la región. Se asemeja a una espuela, ese objeto que se utiliza en las botas para golpear las costillas del caballo y hacerle moverse.
La patología puede causar dolor en el talón. A pesar de ello, el malestar no es una regla. El dolor surge cuando los pies tocan el suelo, y la región necesita apoyar el cuerpo.
¿Qué es el espolón?
Como se ha mencionado anteriormente, el espolón es la aparición de una calcificación anormal en el calcáneo. En otras palabras, es cuando los ligamentos del talón, tras sufrir una calcificación, acaban generando una protuberancia en la región.
Es posible identificar la anomalía fácilmente, simplemente pasando la mano y sintiendo la formación de un nuevo hueso. El espolón calcáneo es muy molesto en la planta del pie.
Aunque no hay distinción de género, y también puede afectar a los hombres en servicio, esta patología afecta proporcionalmente a muchas más mujeres. Además, el rango de edad más común para la aparición del espolón es a partir de los 40 años.
Debido a la función de soporte del cuerpo del calcáneo, el dolor puede ser más intenso. De nuevo, no todo el mundo siente este dolor.
¿Cómo aparece el espolón calcáneo?
Es común, sobre todo, en personas que fuerzan mucho la región, como las que practican deportes como el running, el atletismo, el fútbol, el voleibol y todas las demás actividades físicas que exigen mucho a la fascia plantar de los pies.
En resumen, se produce una herida interna a medida que evoluciona el desgaste, y ese es el punto principal de la evolución del espolón. Cuando aparece la herida, la sangre se acumula en la región del calcáneo y acaba calcificándose.
El dolor generado puede irradiar hacia el pie y la pierna, ya que el hueso calcáneo está conectado a los tendones y al tejido conectivo. En consecuencia, esta conexión se establece también en los músculos de la pantorrilla. Todo está, en cierto modo, interconectado en el cuerpo.
Por último, cabe destacar que no es la calcificación en sí la responsable del dolor, sino todo el cambio de estructura en la región que está directamente asociado a ella.
Perfiles más afectados
Al principio, las personas más propensas a desarrollar la enfermedad son las que se encuentran en el grupo de edad entre 40 y 50 años. A esta edad, el desgaste se produce de forma casi natural.
Tratamiento
Si el paciente siente más dolor al caminar, entonces el médico se centrará en las plantas de los pies. Para disminuir el impacto de las pisadas, las plantillas y los zapatos ortopédicos serán habituales para los pacientes con espolones.
Sin embargo, el problema no dará un respiro si todo esto no va acompañado de una medicación antiinflamatoria.
La fisioterapia es también otra receta que ayuda a la evolución positiva contra la enfermedad. Finalmente, después de probar todos los métodos anteriores, la única salida es, en su mayoría, los procedimientos quirúrgicos.
