La economía post-covid enfrentará grandes desafíos, asegura Joao Vale e Azevedo, presidente de Kunst Global

Luego de dos años de confinamiento por la pandemia de covid-19, la economía mundial tiene por delante una cuesta arriba de grandes retos, que van de lo particular a lo global.

Uno de sus principales desafíos es el ocasionado por la guerra en Ucrania, que de acuerdo con la Organización Mundial del Comercio (OMC) puede provocar una división de la economía global en bloques rivales.

El presidente de Kunst Global y experto en finanzas internacionales, Joao Vale e Azevedo, coincide con esta apreciación y asegura que la guerra en Ucrania tendrá un impacto muy negativo en la situación económica mundial, pues si Rusia persiste en continuar la guerra, estará condenada a la bancarrota, lo que tendrá un efecto dominó en el resto de Occidente.

“La guerra en Ucrania supone una mayor inestabilidad de los mercados, una subida de los precios de la energía que ya está fuera de control y un nuevo aumento de la inflación, que podría llegar a duplicar los niveles actuales. A nivel general, la guerra arroja gasolina al fuego sobre una situación económica global que era, en sí misma, potencialmente inflamatoria. El mayor daño lo pagará Europa, que también tendrá que gestionar una ola de refugiados sin precedentes”, sostuvo.

Joao Vale e Azevedo se refirió a la crisis de las materias primas, que aun cuando se afirma que es una situación transitoria, determinada por la pandemia, en realidad es algo más profundo.

“Hay una demanda de productos mucho mayor que en el pasado, debido al crecimiento exponencial del comercio electrónico, ciertamente acelerado por la pandemia, pero que habría ocurrido de todos modos. El problema es que la industria de la distribución, en su conjunto, es incapaz de satisfacer esta mayor demanda de mercancías: no hay mano de obra, ni camiones, ni barcos. La oferta ya no es capaz de satisfacer la demanda del mercado: no es una contingencia, es un hecho físico”, abundó.

El Presidente de Kunst Global -firma de capital riesgo con sedes en Londres, Ginebra y Luxemburgo, con inversiones en sectores desde la energía hasta las telecomunicaciones, la moda y el entretenimiento-, mencionó que el problema más importante es el del precio de la energía.

“Ésta es realmente una cuestión preocupante, y no sólo para nuestro futuro lejano, como ha estado hasta ahora, sino sobre todo para nuestro presente. Lo estamos viendo estos días: las facturas de luz y gas se han disparado, las familias y las empresas -ya probadas por la pandemia- no saben cómo hacer frente a las subidas. Los gobiernos europeos prometen soluciones inmediatas, pero se trata de tiritas con las que esperan curar una herida mucho más profunda”, expuso.

Joao Vale enfatizó que en este momento estamos pagando el precio de una política energética orientada a la sostenibilidad que no ha sabido prever las consecuencias a largo plazo, interesada solo en buscar consenso fácil en los medios y en la opinión pública menos preparada.

Explicó que un cambio de paradigma energético, como el del carbón al gas, o del petróleo a la electricidad, requiere enormes inversiones. Pero aparte de la propaganda, “nada se ha hecho para que esto sea posible, ni se saben los costos de una operación similar. Queríamos iniciar una revolución trascendental, pero estamos completamente privados de la infraestructura y los fondos necesarios para organizarla y administrarla. Y ahora los gobiernos/empresas de energía están tratando de trasladar estos enormes costos a las empresas y las familias. Es una situación inmanejable”, aseveró.

“Parece que cuando se encuentra una idea teóricamente correcta, debe implementarse de inmediato. Desafortunadamente, la realidad es mucho más compleja”, manifestó.