Marlaska no concreta fecha de reapertura de la frontera con Marruecos y el PP alerta de un «alud» de migrantes

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha evitado este martes en el Senado concretar fecha para la reapertura de la frontera terrestre de Melilla y Ceuta con Marruecos, vinculando la decisión a un «acuerdo entre ambos Estados» en el que prime la «seguridad sanitaria» por la pandemia de COVID.

El senador del PP y expresidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha reclamado concreción en las fechas, alertado de un «alud» de migrantes. Ante esta situación, ha pedido aplicar el tratado Schengen «en su totalidad» –en la línea de lo reclamado por el PP en el Congreso la semana pasada– para imponer el control con pasaporte y visado, «excepto para trabajadores transfronterizos».

Imbroda también ha aludido al respaldo del Gobierno al plan de Marruecos sobre el Sáhara para preguntar «a cambio de qué» se ha dado este paso. En este sentido, Imbroda ha exigido que el Rey Mohamed VI renuncie por escrito «en un documento clarísimo» a la soberanía de ambas ciudades norteafricanas. «Yo dudaría con esa firma, pero es que si ni siquiera está esa firma, lo dudo totalmente», ha expuesto el senador ‘popular’.

CONTROL BIOMÉTRICO

Sin valorar el respaldo del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, al plan marroquí sobre el Sáhara, Grande-Marlaska ha dicho que el cierre de la frontera se debió «evidentemente a un acuerdo entre el Reino de Marruecos y el de España» y que, por tanto, «la reapertura se llevará cuando las condiciones sanitarias lo puedan determinar y en un acuerdo entre ambos Estados».

Grande-Marlaska se ha remitido a los trabajos para la instalación de «52 puestos que den mayor agilidad en el paso de las personas y 16 kioskos de registro y control biométrico». Se trata, según ha dicho, de implementar las «medidas precisas para cuando pueda procederse a la reapertura de la frontera y siempre en términos de seguridad, fundamentalmente seguridad sanitaria».

En este sentido, ha mencionado la constitución de un grupo interministerial «para que cuando llegue ese momento», de reapertura de la frontera terrestre, esto mismo se lleve a cabo «en los términos más adecuados». Esto implica desarrollar el «sistema paso ágil para los trabajadores transfronterizos».

Además, ha denunciado la falta de inversión en el perímetro fronterizo durante los gobiernos precedentes del PP y ha dicho que este Gobierno ha aprobado la modernizaciones con sendas partidas que superan los 30 millones de euros. Esto incluye la «interoperabilidad de las bases de datos de la Unión Europea», ha dicho el ministro, recordando que «son las fronteras de la Unión Europea en África, las fronteras exteriores».

NO VALDRÁ PARA CONTROLAR EL ALUD

En su intervención, Imbroda ha avisado de que los medios técnicos en Ceuta y Melilla «no valdrán para controlar el alud que se viene encima», recordando las diferencias «de nueve a uno» entre rentas per cápita y los dos años de pandemia en la que «han pasado realmente hambre». «Van a venir muchísimos, y de nada nos servirá saber quién entra porque luego no van a salir».

Imbroda ha dicho que «le parece bien» que se aplique el derecho de protección internacional con los marroquíes, pero al mismo tiempo ha avisado de que esto va a generar «una avalancha por el efecto llamada» que llevará al «colapso» hospitalario, de la educación y los servicios sociales. «Se va a radicar una fuerte inmigración en Melilla, que no son los que saltan la valla, son los que pasan por la frontera», ha comentado.

En este sentido, ha preguntado al ministro del Interior si, en el marco de la restitución de relaciones con Marruecos, se va a abrir la aduana comercial que cerró Rabat en 2018 o si va a aceptar el acuerdo de 2007 sobre el retorno de menores, el mecanismo que trató de utilizar España para la devolución de los marroquíes que entraron en Ceuta en mayo de 2021 pero que fue paralizado por los juzgados.