Podemos busca más sintonía con los aliados externos del Gobierno con medidas centradas en las eléctricas

Unidas Podemos defiende atraer a los aliados externos del Ejecutivo de cara a las negociaciones para las medidas ante la crisis de la guerra de Ucrania y, en esta línea, busca más sintonía con el ‘bloque de investidura’ desde las propuestas para repercutir costes de la subida de la luz a las compañías eléctricas.

De esta forma, trata de mostrar a estos grupos que aspiraciones compartidas estarán en el debate dentro de la coalición para articular el futuro plan de respuesta, como reducir los beneficios ‘caídos del cielo’ de estas empresas, congelar los alquileres durante este año, reforzar los servicios públicos y crear un impuesto extraordinario para las compañías energéticas.

La intención de Unidas Podemos, además de consensuar con el PSOE las reformas, es que los socios aprecien la determinación de lograr una salida social a los efectos de este conflicto internacional, según exponen diversas fuentes de la confluencia.

Además, destacan que la cohesión y la unidad de acción dentro del espacio con un mensaje unívoco hacia el PSOE, tanto en el cariz de las medidas como reivindicar el protagonismo que debe tener esa mayoría que ha acompañado al Ejecutivo durante la legislatura.

Una vía necesaria y que trata de prevenir situaciones como la ajustada convalidación de la reforma laboral y que evidenció los riesgos de la ‘geometría variable’ en el Congreso. Por tanto, ven vital asegurar primero el respaldo de los grupos de izquierda.

DÍAZ MARCA EL CAMINO DE LA FISCALIDAD PROGRESIVA

Durante los dos últimos días la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha comandado la línea del socio minoritario sobre la dirección de las medidas: voluntad decidida a reducir los beneficios ‘caídos del cielo’ de las eléctricas, un impuesto extraordinario a estas empresas y congelación de los precios del alquiler.

Además, ha mostrado su posición contraria a una bajada generalizada de impuestos y ha marcado distancias con el PP, al entender que su recetario de propuestas es «ineficaz» y no coincidente con la agenda progresista, que sí comparten con el ‘bloque de investidura’.

En este sentido, ha desdeñado el «acuerdo por el acuerdo» dado que lo relevante son las medidas y retaba al PP a mostrar que está dispuesto a secundar medidas que potencien los servicios públicos, en lugar de «demediarlos».

También la líder de Podemos y titular de Derechos Sociales llamó ayer a dar prioridad al bloque de investidura y centrar la respuesta a la crisis en un nuevo escudo social. De hecho, remitió un documento a otros ministerios en el que apuesta también por congelar los alquileres este años, reducir la sobrerretribución de las eléctricas, junto a iniciativas como elevar el Ingreso Mínimo Vital y un cheque de 300 euros a familias y pymes.

Aparte, diferentes portavoces de la confluencia, así como el Consejo Ciudadano estatal de Podemos, han fijado posturas parecidas, sobre todo en repercutir el coste de la crisis en las compañías energéticas.

RESPUESTA COORDINADA TRAS LA POLÉMICA DE LAS ARMAS

La formación ya cerró filas con su desacuerdo a elevar el presupuesto militar, anunciado por el presidente Pedro Sánchez para cumplir el compromiso fijado por la OTAN, y pasa página ante la división por el envío de armas a la resistencia ucraniana, que Díaz y los comunes apoyaron mientras que Belarra e Irene Montero (ambas ministras de Podemos) criticaron la medida.

Un episodio que suscitó un fuerte episodio de tensión con el PSOE, que logró ser rebajado, y del que surgió un compromiso entre los ministros del socio minoritario de mantener encuentros semanales para coordinar y fijar posturas unitarias.

De ahí salió el compromiso de poner en común un plan de medidas para combatir los efectos socioeconómicos y agrupar propuestas de cara a la negociación en la coalición para el plan de respuesta, cuya aprobación está prevista el 29 de febrero.

RECELOS DE MIRAR A LA DERECHA

Y es que en el espacio confederal recelan de que el PSOE pueda pretender mirar a la derecha para buscar apoyos y dar un giro al centro, desde el afán de conseguir un gran pacto que incluya a PP, Ciudadanos y otras formaciones conservadoras, a lo que los socialistas no renuncian desde el convencimiento de que España necesita una respuesta de unidad.

Por ello, ven conveniente mostrar ya cartas con políticas claramente de izquierda y preservar la relación con los socios, que se trabaja de forma constante desde Unidas Podemos, dado que es lo que aporta estabilidad a la legislatura.

De esta forma, observan una voluntad clara en el arco progresista de cambiar la regulación del sector y atajar esos beneficios logrados desde el alza de la inflación, que aparte de facilitar un acuerdo de protección ciudadana también puede abrir la espita para un consenso futuro sobre la reforma fiscal.

A ello se suma el concurso imprescindible del bloque de investidura para sacar adelante la agenda legislativa de «democratización», como definen en la formación morada, y que aún no ha visto la luz, como la ley de Memoria Democrática o la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana.