El PSOE registra una iniciativa en el Congreso apelando a la responsabilidad del PP contra el «populismo» de Vox

El PSOE ha registrado iniciativa en el Congreso en la que apela a la «responsabilidad» del PP para que «recupere el sentido de Estado» y pueda «continuar contribuyendo al desarrollo de la democracia», no cayendo en actitudes «populistas» y contribuyendo a «ahuyentar los espacios de populismo y autoritarismo» que ya se han hecho con el poder en lugares como Polonia y Hungría a través de partidos a los que Vox toma como «ejemplo».

Así consta en la proposición no de ley que el PSOE registró el 10 de marzo, pocas horas después de que el PP y Vox alcanzaran un acuerdo para gobernar juntos en Castilla y León, lo que supondrá el estreno de lo de Santiago Abascal en un Ejecutivo autonómico.

El texto se debatirá en la Comisión Mixta (Congreso-Senado) de planificación y estrategia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y busca este órgano reafirme su «compromiso por el respeto político e institucional y el fortalecimiento de la democracia», así como con el Objetivo de Desarrollos Sostenible 16, que versa sobre la paz, la justicia y la necesidad de contar con instituciones sólidas.

POLÍTICOS, QUINTA PREOCUPACIÓN NACIONAL

Pero el PSOE utiliza la exposición de motivos para cargar tanto contra el PP como contra Vox. Tras señalar que el mal comportamiento de los políticos es la quinta preocupación nacional según los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), los socialistas muestran su inquietud por la «desafección» hacia la política que provocan «la polarización, la crispación y la falta de acuerdos y respeto institucional».

«El crecimiento de la polarización sociopolítica como consecuencia de la crisis sanitaria, ha multiplicado comportamientos radicales y poco moderados en algunos miembros de la oposición en nuestro país», censuran los socialistas, que señalan directamente a representantes de la «derecha política» por sus discursos «agresivos», con descalificaciones e insultos.

El PSOE apunta como «ejemplo más reciente» de este comportamiento, la reacción del PP tras el «error humano» de su diputado Alberto Casero, que garantizó la convalidación del decreto ley sobre la reforma laboral, cuando llegó a hablar de «pucherazo», «prevaricación» o «secuestro de la democracia».

«Estos discursos que insultan, ridiculizan, marcan y deshumanizan al adversario político, son el germen de discursos de odio que nos trasladan a otros momentos históricos con tintes oscuros», prosigue el texto, en el que el PSOE también denuncia que «organizaciones políticas de la derecha y la extrema derecha española» han asumido el «populismo», el «extremismo» y la «radicalidad» de «democracias occidentales como Polonía o Hungría».

POLONIA Y HUNGRÍA

De Polonia destaca la «fractura social» generada por Ley y Justicia y de Hungría, señala que el presidente Viktor Orbán, cuya vinculación con Vox pone de relieve, «ha sustituido el orden democrático» por una «autocracia que difumina los límites de la separación de poderes».

El PSOE también sostiene en su iniciativa que el orden democrático social y de derecho consolidado tras la caída del Muro de Berlín está siendo sustituido por «democracias iliberales basadas en un autoritarismo que se apoya en el populismo creciente» y avisa de que las fuerzas que lo están haciendo están siendo «cogidas como ejemplo» en organizaciones como el Frente Nacional francés, la AfD alemana, La Lega italiana o Vox.

En este contexto, considera «prioritario» que el PP «recupere el sentido de Estado para que pueda continuar contribuyendo al desarrollo de la democracia». «En situaciones de crisis económica, política y social es frecuente que opciones populistas consigan hacerse un espacio a causa de la incertidumbre en las sociedades. Por ello, es más necesario si cabe, la responsabilidad de aquellos partidos políticos con mayor experiencia parlamentaria», añade.

Por todo ello, intentará que la Comisión Mixta sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible apruebe su texto «para promover y recuperar el respeto institucional y político y ahuyentar los espacios de populismo y autoritarismo que intentan asentarse y destruir las principales democracias europeas».