Un total de 14 refugiados ucranianos, seis de ellos menores acompañados por sus familiares, han llegado este domingo al municipio segoviano de El Espinar para ser acogidos por familias.
Así lo han anunciado esta mañana Valentín Bravo expárroco de El Espinar y colaborador de la Asociación Cueva Valiente, el alcalde del Municipio, Javier Figueredo, y el presidente de Mensajeros de la Paz, Sergio Mella.
Gracias al vuelo flotado por Mensajeros de la Paz, más de 220 refugiados que se encontraban en Polonia pudieron llegar la madrugada del sábado al domingo a España.
Sergio Mella viajo personalmente hasta Varsovia para traerlos y recuerda que «al llegar allí y ver a las familias, cuando les pones ojos y cara a la gente ya ves que pueden ser tú, tu primo o tu vecino y por ello fue un viaje con bastantes emociones», ha afirmado.
La primera escala del avión fue Barcelona y, posteriormente, 60 de sus pasajeros llegaron a Madrid.
En la misma estación madrileña de Atocha Sergio Mella tuvo que gestionar un nuevo transporte para una gran numero de ellos, ya que la mayoría tenían familiares en distintas zonas de España.
El Espinar contaba con cubrir las 70 plazas que había ofrecido para acogida, pero finalmente 14 refugiados llegaron a tierras segovianas, los cuales han sido acogidos por siete familias de El Espinar y San Rafael.
«Va a venir más gente y hay más de 100 familias dispuestas a acoger a más de 200 personas y según vayan viniendo se irán ubicando», ha aseverado Valentín Bravo quien también ha anunciado que «hay familias de pueblos como Villacastín, Cantimpalos o Sepúlveda que también han ofrecido sus casas» Se ha asegurado que los niños van a ser escolarizados y que todos los refugiados recibirán ayuda psicológica.
Mella ha afirmado que la previsión es que se quedan por un periodo largo de tiempo en España.
TESTIMONIOS REALES
Tras la rueda de prensa, dos refugiados de la misma familia han querido contar su relato del viaje a España y de la guerra. Igor, quien reside desde hace tiempo en El Espinar, ha hecho de traductor de ellos.
Katerina Kuzminykh de 79 años, ha viajado hasta El Espinar junto con su hija, su yerno y su nieta. Fue profesora durante 55 años en Kiev y decidió viajar a España cuando cayó una bomba cerca de su casa y mató a cinco personas.
Su yerno, Kaig Bubakov de 65 años, ha definido la guerra como un «sueño horrible». Ha explicado que creía que esta guerra no iba a llegar a suceder y ha instado a la «sociedad mundial» a que «hagan algo más» para frenar esta invasión por parte de Rusia.
Ha aseverado que en su estancia en Polonia les trataron «muy bien» pero que en el país centroeuropeo no tenían capacidad para mantener a tantos refugiados.
Ambos han dado las gracias por la acogida que han tenido en España y en concreto en El Espinar, y han subrayado que les ha sorprendido la cantidad de ayuda que ha brindado el país.
