El fiscal José Perals se suma a la carrera para adjudicarse la plaza de fiscal jefe de la Audiencia Nacional

El fiscal José Perals ha solicitado formalmente ser considerado para el cargo de fiscal jefe de la Audiencia Nacional, sede donde ejerce desde 2013 con una amplia experiencia en casos de terrorismo, como la primera condena en España a la ex jefa de ETA Soledad Iparraguirre, alias ‘Anboto’, y en la lucha antidrogas, aunque también destaca su participación en procedimientos como el dirigido contra Ausbanc y Manos Limpias.

El plazo para presentar candidaturas a la jefatura de la Fiscalía de la Audiencia Nacional se abrió el pasado 1 de marzo y se cerrará el próximo viernes, de acuerdo con las fuentes consultadas, las cuales apuntan que por ahora se postulan a la plaza Jesús Alonso, que lleva ejerciendo el cargo los últimos cinco años, Vicente González Mota y Perals.

Perals ha sido el último en lanzarse a por el puesto y lo hace con un extenso currículum en la Fiscalía de la Audiencia Nacional, a donde llegó en 2013 en comisión de servicios, si bien cuatro años después obtuvo la plaza en propiedad.

En este tribunal ha ejercido como coordinador de terrorismo, destacando su intervención en esa primera condena contra ‘Anboto’ a 122 años de cárcel por el asesinato del comandante Cortizo en León el 22 de diciembre de 1995, así como en los procedimientos contra la Mesa Nacional de Batasuna y la dirección de Ekin, que acabaron igualmente en condena, y en la primera operación contra el llamado frente jurídico de ETA, vista para sentencia.

Asimismo, formó parte del procedimiento contra los máximos dirigentes de Ausbanc y Manos Limpias por presuntos delitos de extorsión, estafa, fraude, blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública, que terminó también en condena para los principales responsables.

Miembro de la carrera fiscal desde 1994, antes de recalar en la Audiencia Nacional pasó por las fiscalías superiores de País Vasco, Cataluña y Asturias. En esta última, cabe mencionar su papel en la causa contra la denominada ‘trama asturiana’ del 11-M, que concluyó con una sentencia condenatoria por tráfico de drogas y de explosivos.

Además, entre 2011 y 2013 estuvo trabajando en la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional, después de llevar varios casos de narcotráfico en Asturias. En esta etapa participó en el procedimiento de extradición a Estados Unidos de miembros del Cártel de Sinaloa, concretamente de unos familiares de su antiguo capo, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, que habían sido detenidos en Madrid.