El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, ha resaltado este lunes la «gran inversión en Cartagena y la apuesta por la Región de Murcia» que supone la construcción, por parte de la empresa Repsol, de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, con una dotación estimada de 188 millones de euros.
Durante el acto de inicio de obras en la refinería de Escombreras, López Miras ha afirmado que esta «planta de vanguardia» nacerá «con un objetivo de cero emisiones en el horizonte» y será «un magnífico ejemplo de economía circular», informaron fuentes de la Comunidad en una nota de prensa.
López Miras también se ha referido a las consecuencias energéticas para nuestro país de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y ha señalado que «España debe ser mucho más fuerte en su capacidad de producción de energía, y en el tratamiento de los recursos que son esenciales para el progreso y el desarrollo a todos los niveles».
Por ello, ha alertado de que «depender de recursos externos, sobre todo procedentes de fuera de la Unión Europea, es un factor de riesgo que tiene consecuencias».
La nueva instalación de Repsol, que estará operativa en 2023, producirá ecocombustibles para el transporte con una reducción de 900.000 toneladas de dióxido de carbono al año. La planta tendrá capacidad para generar 250.000 toneladas al año de estos combustibles, que podrán usarse en aviones, camiones y coches.
El jefe del Ejecutivo regional ha subrayado que esta nueva instalación es «una gran noticia y un nuevo avance» dentro de los más de 70 años de trayectoria de Repsol en Cartagena. Durante ese periodo, «Escombreras se ha convertido en un foco energético mundial», ha indicado, «gracias a apuestas como ésta, que hacen que Cartagena y la Región de Murcia tengan más oportunidades y más futuro».
López Miras también ha destacado la importancia de que la Región de Murcia «se haya convertido en un espacio de libertad donde apostamos por el desarrollo de las empresas», ya que esto resulta «muy atractivo» para atraer inversiones. Así, las empresas valoran fortalezas como «la simplificación administrativa, o la moderación en el gasto para poder impulsar una política fiscal cuanto más reducida mejor».
Finalmente, el responsable autonómico se ha comprometido a «acompañar» este tipo de inversiones «con el desarrollo de aquellas infraestructuras que son muy necesarias para que las empresas lleven adelante su trabajo, ya sean portuarias, aeroportuarias o de comunicaciones terrestres».
Por su parte, la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, ha considerado que se trata de una «gran apuesta» industrial de Repsol en la ciudad portuaria, «por la inversión que representa, el empleo que genera y por la actividad que va a suponer dentro del Valle de Escombreras».
Arroyo ha señalado que Repsol avanza en la transformación energética con la construcción de su primera planta de biocombustibles avanzados, «que representa la aplicación industrial de la investigación más vanguardista en materia de generación de combustibles mediante el reciclado». Un proyecto al que ha sumado el de desarrollo del hidrógeno verde, «que debe y puede ser la gran fuente alternativa para mover, iluminar y calentar el mundo».
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha explicado que Cartagena se va a consolidar con este proyecto como un centro de abastecimiento de productos fundamentales para el presente y para el futuro, y en un ejemplo del compromiso de la compañía con la movilidad sostenible.
Brufau ha destacado la importancia de apostar por la neutralidad tecnológica para avanzar en el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas en 2050.