Se supone que el ajo original se cultivó en Asia Central hace unos 5.000 años y finalmente llegó a Europa desde allí a través del Cercano Oriente.
Egipto, por ejemplo, fue considerado el país del ajo de la antigüedad. Allí el tubérculo era considerado una planta sagrada y entregado a los faraones como ajuar funerario en su último viaje. Los trabajadores que construyeron las pirámides también recibieron cebollas y ajos crudos para mantener su salud y fuerza.
En China, el ajo también se ha utilizado desde el año 2000 a.C. La escritura china representa la palabra para ajo, suan, con un solo carácter, una indicación de su uso común desde el comienzo del desarrollo del lenguaje.
5Pastillas de ajo

Se dice que Ilja Rogoff vivió más de 130 años. La receta del sonriente búlgaro de barba blanca: alegría de vivir, trabajo diario y, sobre todo, mucho ajo.
Al menos eso es lo que dice la historia de relaciones públicas, con la que el fabricante de las pastillas de ajo Ilja Rogoff ha estado promoviendo las mismas entre la población que envejece desde los años de la posguerra. Incluso hoy en día, la publicidad de grageas hechas con extracto de ajo y otras hierbas medicinales presenta al viejo Ilja como un personaje histórico.
Según otras fuentes, es un invento del periodista nazi Hans Schwarz van Berk, quien hizo carrera en el Ministerio de Propaganda de Goebbels y después de la guerra con su propia agencia de publicidad.