El día 17 de febrero es la celebración de San Teodoro de Bizancio

En esta oportunidad, nos vamos a referirá un santo varón de la Iglesia Católica, cuya vida y obras lo destacaron como un individuo ejemplar para todo el cristianismo, razón por la cual fue ascendido a la santidad y es honrado todos los 17 de febrero, aunque todos los que han sido bautizados con el nombre de Teodoro suelen celebrar su onomástico el día 11 de noviembre, que es el día de San Teodoro Estudita, otro santo muy recordado por los así que hoy tienes una excusa para felicitarlos en un día diferente y según el Instituto Nacional de Estadística español son más 11.500 caballeros.

San Teodoro de Bizancio

San Teodoro De Bizancio

Fue un miembro destacado del grupo de santos martirizados por sus creencias cristianas, quien originalmente fue un soldado que renunció a hacer una carrera militar exitosa entre los miembros del ejército del emperador Maximiano, y en cambio reveló sus creencias religiosas y abrazó con total fe y confianza a Cristo, aunque eso le costó la vida. Se dice que es procedente de la ciudad de Amasea, que actualmente es una población de Turquía, conocida con el nombre de Amasya.

Fue considerado como el primer varón de Venezia, hasta entrado el siglo IX, cuando perdió su lugar debido a lo decadente del imperio bizantino en aquel momento, siendo ocupado su sitio por, nada más y nada menos que, San Marcos, con cuyo nombre fue bautizada una de las catedrales más conocidas de la cristiandad, que es visitada por veinte millones de turistas todos los año, salvo los que llevamos de pandemia, por supuesto.

De acuerdo con lo que sostiene la tradición católica, San Teodoro de Bizancio se ganó mucha popularidad en su momento, debido a que logró vencer a una bestia, que para aquella época era considerado una especie de dragón, pero los historiadores más realistas indican que es más probable que se haya tratado de un cocodrilo. Mientras estuvo formando parte de la milicia del emperador escogió ocultar su confesión religiosa cristiana para que no fuera hostigado ni perseguido. Pero, en un momento crucial de su vida, San Teodoro decide, en medio de una presión surgida con ocasión de una situación muy grave, revelar que era cristiano, lo cual hace que de manera precipitada sea condenado a muerte por el emperador, siendo torturado y martirizado hasta morir.

Este es otro de los ejemplos de los santos mártires que no renegaron de su fe, en la época de las más feroces persecuciones dentro de los territorios dominados por el imperio romano, que tantas vidas se cobró entre los creyentes, hasta que en el año 325 el emperador Constantino convirtió al cristianismo en la religión oficial del imperio y convocó a la celebración del Concilio de Nicea, para unificar las prácticas religiosas y que cesaran las hostilidades que existían entre los diversos grupos de cristianos, como consecuencia de lo cual se unieron el antiguo y el nuevo testamento, para formar lo que hoy conocemos como la Sagrada Biblia.

Pero el día 17 de febrero no sólo recordamos a San Teodoro de Bizancio, sino que también celebramos las obras y la existencia de otros santos y beatos, que son San Alejo Falconieri y compañeros, San Bonoso, San Constable, San Evermodo, San Fian, San Fintán, San Flaviano, San Mesrob, San Pedro Yu Chong-nyul, San Silvino de Auchy, Beato Antonio Lesczewicz y Beato Lucas Belludi