PNV no apoyará ni se abstendrá a la reforma laboral si no prevalece el convenio autonómico

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha reiterado que no habrá apoyo, ni abstención «táctica» a la reforma laboral, ni «un dejar pasar» si el texto que se presenta al trámite parlamentario no recoge la prevalencia del convenio autonómico, una demanda de los jeltzales «sencilla y fácil» de cumplir.

En una entrevista a Radio Euskadi, Ortuzar ha señalado que, para votar a favor de la reforma laboral, el PNV «solo ha puesto una condición, y no es difícil de cumplir porque lo que pedimos que suceda ahora ya estuvo en vigor un tiempo y no se cayó el mundo«.

Los jeltzales, ha apuntado, piden que «cuando haya controversia en los convenios de empresa, que siempre hay que tener una referencia a un marco de protección mínimo para los trabajadores, que ese marco de referencia sea el convenio autonómico, en nuestro caso el acuerdo interprofesional vasco que, además, esta firmado con el aval del 100% de los sindicatos y la patronal».

«Lo que pedimos es fácil y sencillo, que la prevalencia sea, en el caso vasco, los acuerdos que nosotros hagamos aquí«, ha insistido, para advertir que no valdría con aprobar el texto actual y luego estudiar nuevos proyectos de ley. Ortuzar ha censurado que, en el proceso de negociación de la reforma laboral, en el PNV «nos enteramos de las cosas que nos van a proponer por los medios de comunicación» porque a los jeltzales, según ha asegurado, «nadie nos ha propuesto nada, no nos ha puesto sobre la mesa nadie nada«.

Según ha remarcado, la petición del PNV de prevalencia de los convenios autonómicos «tiene que tener rango de ley» y «el mismo o mayor grado de protección jurídica que cualquier otra norma, para que no haya colisión«. A su entender, es «una cosa un poco difícil que se apruebe ahora una estipulación que propone que la prevalencia sean los convenios estatales, que siempre va a ser más bajo que el autonómico«, y luego, «dentro de un mes, en otra ley digamos otra cosa«.

Sobre la «mucha especulación» que hay sobre la posición que adoptará el PNV, Ortuzar ha dicho que «nuestra responsabilidad es para con Euskadi» y ha añadido que esa responsabilidad conlleva que los jeltzales defienden la prevalencia de los convenio autonómicos y, «en este caso el marco vasco de relaciones laborales frente al estatal«. «Si esto no se nos garantiza, el voto del PNV va a ser no, y no va a haber ni abstenciones tácticas ni un dejar pasar, va a ser no«, ha afirmado.

Ortuzar ha recordado que, antes de firmarse el acuerdo sobre la reforma laboral, él personalmente ha trasladado la postura del PNV a «todos los interlocutores de la mesa, al presidente Sánchez, a la vicepresidenta Díaz, a los dos sindicatos y a la patronal«. Por tanto, ha remarcado, «todos saben que el PNV va a decir que no» si no entra la prevalencia de los convenios autonómicos.

Según el dirigente jeltzale, «al Gobierno no le pareció mal, lo entendía, los sindicatos también, e, incluso, CCOO retrasó la firma«, y las «reticencias vienen por parte de la patronal«. En ese sentido, Ortuzar ha dicho no entender las «reticencias» de la CEOE, en la medida en que «ya tenemos experiencia de que esto estuvo vigente hace un tiempo y no sucedió nada, ni se rompió el mercado laboral, ni se rompió España, simplemente se organizaron las cosas de otra manera«.

A su entender, «esto tiene más que ver con un trasfondo político, porque la patronal se ha visto sometida a presiones políticas, y éste es el tema en el que ellos no pueden ceder, más por ese trasfondo político que por la realidad de la relevancia del tema«.

Ante la advertencia de la CEOE de que se irá del acuerdo si se negocia con independentistas, Ortuzar ha recordado que la reforma de Rajoy «se hizo vía parlamentaria, no hubo consenso con los sindicatos ni con la patronal» y ha asegurado que él no quiere «ni que se rompa ni que se vaya nadie», pero ha advertido que «lo que no puede pretender nadie» es que el PNV «comulguemos con ruedas de molino y votemos algo en lo que no creemos y va justo en contra de uno de nuestros principios«, por lo que «no vamos a transigir».

«Que nadie use la responsabilidad histórica del PNV, porque la responsabilidad histórica es con nosotros«, ha advertido, para asegurar que Confebask no les está «presionando», ni tampoco los sindicatos ELA y LAB, cuyas posiciones son «muy respetables, pero no nos influyen«, aunque «cuando coincidimos es bueno para el país«.

Por otro lado, ante el argumento del Gobierno de Sánchez para instar al apoyo al acuerdo de que la reforma laboral anterior es «peor», Ortuzar ha emplazado al Ejecutivo a hacer «otro decreto, y lo sacamos adelante«.

«Cuando uno se mete en un proceso de este tipo tiene que tener la película completa, y si la película termina antes de poner ‘the end’, la película es una votación en el Congreso de los Diputados y hay que hacer cuentas y uno tiene que garantizarse que él quiere y ha negociado va a tener traslación y aprobación parlamentaria, porque, de lo contrario, ¿qué tenemos que hacer los demás, votar en lo que no creemos?«, se ha preguntado.

CONSECUENCIAS

Por otra parte, ha considerado que un voto en contra del PNV a la reforma laboral no tendría consecuencias en su relación con el Gobierno de Pedro Sánchez y, en ese sentido, ha recordado que en los acuerdos de investidura «no se pormenoriza este asunto» ni ha sido «producto de una negociación en la que ellos se comprometían a dar satisfacción a nuestras posiciones«.

«Lo mismo que digo que no va a ser no, si el Gobierno es capaz de sacar esto adelante, nosotros lo criticaremos porque lo que va a salir, aun reconociendo avances y mejoras, tiene un punto débil fortísimo que hace que no nos permita otra votación que sea el no«, ha insistido, para añadir que si sale aprobado «que se aplique y punto», aunque el PNV seguirá «peleando» para que haya un marco autónomo de relaciones laborales vasco que «esté protegido» y «en la primera ley que podamos haremos ese intento».

Preguntado si el PNV sigue siendo «socio prioritario» del Ejecutivo Sánchez, el dirigente nacionalista ha dicho que «la clave de todo es el Gobierno con quién quiere terminar la legislatura, cómo quiere hacerlo, si esto de la geometría variable es posible o deseable, y cómo quieren ellos gestionar estos dos años que nos quedan».