Cuando haces unas ricas galletas, puedes elegir decorarlas con un rico y delicado glaseado que aparte de sumarles sabor y dulzura, también las hará más vistosas y bonitas. Cuando decides decorarlas, es posible darles un toque de personalidad y ajustarlas al disfrute en tiempos festivos.
Puedes hacer hermosas galletas decoradas para celebrar Halloween, Navidad y por supuesto, para dar un plus a la temática de algún cumpleaños. Su uso despertará tu creatividad y te permitirá hacer distintivas creaciones.
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Glaseado más utilizado
A la hora de decorar galletas, encontrarás muchas alternativas, pues, es posible hacerlo con crema de chocolate, o una delicada crema de mantequilla.
Ahora bien, si buscas un resultado asombroso y sobre todo duradero, lo mejor será utilizar el más recomendado para estos casos, el cual no es otro que el glaseado real o royal icing. Con este en particular, obtendrás una crema suave que se compactará y dará aparte de un bonito acabado, uno mucho más duradero.
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Ingredientes que se requieren para prepararlo
Para preparar el más tradicional royal icing, necesitas muy pocos ingredientes, así que no hay de qué preocuparse, ya que no tendrás que invertir mucho dinero para tener un resultado perfecto.
Los ingredientes que necesitas son: 250 gramos de azúcar pulverizado, 1 clara de huevo y 1 cucharadita de zumo de limón. Con tan solo estos tres ingredientes te permitirán hacer una bonita creación.
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Comienza por el azúcar pulverizado
Lo primero que debes hacer es conseguir en la tienda un azúcar pulverizado de buena calidad y que esté en buen estado.
Por sus características, este tipo de azúcar suele ser muy delicado para conservarse de manera correcta, pues, si se conserva en sitios con mucha humedad, se daña rápidamente. También puedes hacerlo en casa. Solamente necesitas moler muy bien el azúcar común hasta conseguir que quede convertido en un polvo ligero.
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Tamiza el azúcar pulverizado
Una vez que tengas los pocos ingredientes en orden, pon sobre un bol un colador de malla fina y procede a verter el azúcar pulverizado.
Con la ayuda de una cucharilla agiliza el proceso y así evitarás que se formen grumos. Tamizarlo también te ayudará a tener un glaseado para tus galletas que sea más delicado y sedoso.
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Separa los huevos
Para hacer el glaseado solo necesitas la clara de huevo; por lo tanto, casca el huevo con cuidado de romper la yema y separa estos. Recuerda siempre utilizar huevos frescos y más aún en estos casos de preparación en crudo.
Vierte la clara en una taza y resérvala hasta el momento de usar. No deseches la yema, esta puedes usarla como parte de un rico omelette o una rica tortilla francesa.
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Mezcla los ingredientes de manera correcta
Coloca la clara de huevo en un bol amplio que te permita batir con tranquilidad y comodidad y con una cuchara añade un par de cucharadas de azúcar pulverizada tamizada.
Mezcla muy bien e irás notando como la clara comienza a cambiar a un color blanco y volverse más espesa. Para integrar los ingredientes, debes usar un batidor manual de varillas.
Evita mezclar los ingredientes de golpe, pues dependiendo de las condiciones de humedad, es posible que sea necesario añadir mayor o menor cantidad de azúcar pulverizada.
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Verifica la consistencia
A medida que vas añadiendo más azúcar pulverizada, la mezcla se tornará cada vez más espesa. Detente y verifica que la consistencia esté en su punto para parar o, en caso contrario, añadir más.
Levanta un poco el batidor de varillas manual, y observa que tanto demora en caer el glaseado al bol. La consistencia que debes alcanzar, debes ser espesa. Tanto como para que, demore en caer al recipiente. Incorpora unas gotas de zumo de limón y darás más sabor y aroma.
Con una consistencia perfecta, podrás no solo decorar galletas, sino también bañar muffins, roscones y donuts. Por esta razón, verifica muy bien que la mezcla quede en su punto justo.
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¿Problemas con el consumo de huevo? Prueba este glaseado sin clara
Hay casos en los que quizás no puedas o no desees emplear clara de huevo para hacer el glaseado para tus galletas. En este caso, no tienes de qué preocuparte, pues tendrás la libertad de hacer uno igual de rico sin añadir este ingrediente. Si eres alérgico o si te quedaste sin huevos, puedes solucionar rápidamente con pocos ingredientes.
Para lograr un glaseado rico y sin huevo necesitas: 2 cucharadas de agua caliente, 115 gramos de azúcar pulverizada y 4 gotas de jugo de limón.
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Así debes hacer el glaseado sin huevo
Pon en un bol en el que sea cómo do batir, el azúcar pulverizado y añade el agua caliente junto a las gotas de limón.
Bate con fuerza ayudándote con el batidor de varillas hasta que consigas una pasta blanquecina de consistencia espesa y pegajosa. No dejes pasar mucho tiempo desde que esté listo hasta su utilización, pues solidifica rápidamente.
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Úsalos para decorar de la siguiente manera
Ambos glaseados pueden ser utilizados así solitos o puedes añadir colorantes de tu elección para dar un toque de diversión a tus galletas decoradas. Ayúdate con un dosificador o con una manga repostera para hacer decoraciones delicadas y sencillas.
En el caso del glaseado con huevo, tendrás una consistencia menos pegajosa, por lo tanto, se presta más para decoraciones con manga que el glaseado con agua. Decide utilizar el glaseado que más te convenga y dale tus toques personales. Añade color y prepara galletas en Halloween, en cumpleaños o para cualquier ocasión.
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