Bal avisa a Casado de que comete un «error de libro» al querer «acabar» con Ciudadanos

El vicesecretario general de Ciudadanos, Edmundo Bal, considera que el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, es una persona «cobarde y desleal» que ha demostrado «no tener palabra» con el «irresponsable» adelanto de las elecciones en su comunidad, una operación, a su juicio ordenada por el líder del PP, Pablo Casado, al que advierte de que está cometiendo «un error estratágico de libro» al querer «acabar» con la formación naranja.

Así lo plantea Bal en una entrevista, en la que carga contra Mañueco por «haber doblado la rodilla» ante el presidente de su partido rompiendo el gobierno de coalición que tenía con Ciudadanos y que gozaba de buena salud.

El dirigente naranja recrimina al candidato del PP en Castilla y León que haya cedido ante la dirección nacional del PP, anteponiendo los intereses de su partido a los de su comunidad, sólo porque «Casado necesita una victoria electoral para borrar del mapa a su contrincante dentro del partido», en referencia a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

LES TENÍAMOS POR «SOCIOS LEALES»

Bal comparte con la líder de su partido, Inés Arrimadas, que «fue un error regalar al PP» las Presidencias de Murcia, Madrid, Andalucía y Castilla y León, pero defiende que lo hicieron porque estaban convencidos de que estaban pactando buenos acuerdos de gobierno con socios «leales».

Así, sostiene que gobiernos de la Comunidad de Madrid y Castilla y León estaban funcionando bien y que, de hecho, Francisco Igea se presentará a las autonómicas del 13 de febrero con aquel pacto que suscribió con Mañueco en 2019.

«Nos presentamos con ese programa que firmamos, respetamos la palabra que le dimos a los ciudadanos, no como el señor Mañueco, y queremos seguir influyendo en el Gobierno, queremos seguir gobernando Castilla y León para poder seguir desarrollando este programa», explica.

Pero, ante la pregunta de con quién están dispuestos a gobernar responde que «Mañueco ya ha demostrado que es una persona cobarde, desleal, y que no tiene palabra» y que el candidato socialista, Luis Tudanca, presentó una moción de censura contra ese programa que ellos acordaron con el PP.

MORENO Y ANDALUCÍA SON OTRA COSA

Bal contrasta el perfil del presidente castellano y leonés, con el del andaluz Juanma Moreno y también la situación de ambas comunidades.»Moreno tiene un perfil muy diferente a Mañueco, en Castilla y León el PP siempre ha mantenido el Gobierno y la ha tenido como su coto y su cortijo y en Andalucía consiguió arrebatarle el poder al PSOE después de 37 años gracias al auge de Ciudadanos», destaca.

El portavoz naranja saca pecho del «importante trabajo» que ha llevado a cabo el vicepresidente de la Junta andaluza, su compañero Juan Marín, en materia de regeneración democrática en esta comunidad y también cómo, a su juicio, el Gobierno de coalición ha logrado convertir Andalucía, en una comunidad con una «pujante economía que va como una locomotora».

Está convencido de que Moreno «pone muy en valor» que en tan sólo tres años se haya logrado este «milagro». «En tres años y poco se ha dado la vuelta a Andalucía, es una cosa absolutamente espectacular y los dos son conscientes de que no hay que frustrarlo, y de que hay que agotar legislatura», asegura.

Según su análisis, si lo hacen, tanto el PP como Cs se presentarán a las elecciones con «un cartel de éxitos» que impedirá que el PSOE recobre el poder. «Esa es la meta», recalca, avisando a Casado de que «a nivel nacional se está equivocando de objetivo». «Quiere acabar con Ciudadanos y no se da cuenta de que el objetivo es acabar con Pedro Sánchez; es un error de estrategia que es absolutamente de libro», enfatiza.

EL «CANTONALISMO» ES EL NUEVO NACIONALISMO

También alerta del riesgo que, a su juicio, representan las plataformas de la ‘España vaciada’ que se van a presentar en gran parte de las provincias de Castilla y León y que planean también su salto a la política nacional, tras la pionera Teruel Existe.

Bal dice «comprender y compartir» los problemas de estos territorios y sostiene que Cs siempre ha tenido un programa claro de soluciones» para las zonas despobladas –como deducciones fiscales y medidas de fomento de la natalidad– que incluso se plasmaron en la ley contra la despoblación que pactó con el PSOE en Castilla-La Mancha.

A su juicio, lo prioritario sería legislar sobre esta cuestiones a nivel estatal, pero considera que las plataformas de la España vaciada deberían «vehicular o instrumentalizar sus peticiones a través de los partidos políticos», por ejemplo, la propia formación naranja.

Bal rechaza achacar a una «conspiración» el surgimiento de estos movimientos, tras los que el PP, por ejemplo, ve «marcas blancas» del PSOE, y sostiene que son fruto del abandono al que los dos grandes partidos han sometido a la España vaciada durante cuatro décadas.

«Por culpa de PP y PSOE, que han abandonado a una parte de España, nos vamos a encontrar con un problema serio en la composición de la Asamblea de Castilla y León y también en el Congreso, donde, dentro de nada, nos encontraremos con estas plataformas aumentando la fragmentación», advierte Bal.

Según su pronóstico, se puede dar el caso de que «un voto de una de una provincia despoblada decida el Gobierno de España con tal de llevarse lo suyo». Y es que, su temor es que estas plataformas acaben replicando el comportamiento de las formaciones nacionalistas y sean «capaces de apoyar cualquier opción, aunque no sea buena para los 47 millones de españoles, con tal de llevarse lo suyo y de que les firmen su cheque».

«Si el nacionalismo al final se va a convertir en un regionalismo o en un cantonalismo, desde luego no van a encontrar una opinión favorable en Ciudadanos», recalca, a la vez que incide en que «hay que gobernar para todo el país, no para una provincia en concreto».