Las luces antiniebla son una herramienta muy útil en caso de conducir en condiciones climatológicas adversas de niebla. Sin embargo, su uso correcto debe de respetar algunas pautas erigidas por la ley.
De esta manera, si hacemos un buen uso de estas luces, no pondremos en peligro a ningún otro usuario de la carretera y mantendremos la seguridad vial. Descubre en el siguiente artículo cómo debes utilizar las luces antiniebla de manera correcta.
6¿Cuándo se deben poner?
El uso de las luces antiniebla viene regulado en el artículo 106 del Reglamento General de Circulación. En él se nos explica que se usarán los faros antiniebla traseros en caso de una lluvia intensa, niebla espesa o nieve intensa, y cuando exista polvo o humo intenso.
Debemos distinguir como niebla espesa, esa niebla que no te deja ver a 10 o 20 metros por delante de nuestro vehículo. En el caso de las luces antiniebla delanteras, deberemos utilizarlo en las situaciones en las que exista nieve, niebla muy densa, lluvia intensa, polvo o humo, aunque si no contamos con este tipo de alumbrado podremos obviar este apartado.