Celsa Group, a través de Celsa France, ha iniciado las pruebas del nuevo tren de laminación en el complejo industrial de la compañía en Bayona (Francia), según un comunicado de la empresa este lunes.
Celsa ha realizado el encendido del horno y la laminación de las primeras barras de acero este mes de diciembre, tras invertir 65 millones de euros en las nuevas instalaciones.
Está previsto que el tren produzca hasta 550.000 toneladas de productos laminados al año, lo que permitirá a la empresa acceder a un nuevo mercado europeo que consume alrededor de 20 millones de toneladas de alambrón al año.
A pleno rendimiento, las nuevas instalaciones tienen una capacidad de generación de ingresos de en torno a 300 millones de euros al año.
La inversión realizada para construir el nuevo tren de laminación permite generar alrededor de 140 nuevos puestos de trabajo de forma directa y 420 contando el empleo indirecto.
Por otro lado, la empresa ha firmado una alianza estratégica con Intersig France, que comprará parte de la nueva producción y le ayudará a abrir mercado de productos de acero procesados en el mercado francés.
Celsa ha elevado de 350 a más de 700 millones su petición de rescate ante la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) con el fin de sobreponerse al impacto que el Covid-19 ha ocasionado en sus negocios, según informaron fuentes conocedoras de la operación.
La compañía de la familia Rubiralta formalizó a mediados de noviembre del año pasado su primera petición de ayuda, que el Gobierno canaliza a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, que gestiona la SEPI, que debe decidir ahora si autoriza el respaldo público a la compañía.