El hijo de Rueda cree que el caso IVAM ha destrozado el nombre de su padre

José Luis Rueda, el hijo del escultor fallecido Gerardo Rueda, ha lamentado el daño que ha hecho el caso IVAM a la figura de su padre: «Han destrozado el nombre de mi padre y el mío. Esculturas que antes se vendían por un millón y medio ahora cuestan cero». También ha defendido la autenticidad de la obra y ha negado sobrecostes.

Rueda ha declarado en la Audiencia de Valencia en el juicio que se sigue contra él, la exdirectora del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) Consuelo Ciscar, y el ex director económico administrativo del museo Juan Carlos Lledó por la pieza 2 del caso IVAM, relativa a un presunto fraude en la adquisición de obras de Rueda. La pieza principal del procedimiento, centrada en presuntas irregularidades de Ciscar para promocionar la carrera artística de su hijo, Rafael Blasco, conocido como ‘Rablaci’, acabó en septiembre con una conformidad.

La trama de la pieza 2 gira en torno a un presunto fraude perpetrado por la entonces cúpula directiva del IVAM –dirigido entonces por Ciscar, mujer del exconseller de Solidaridad con el PP, Rafael Blasco, condenado por el caso Cooperación– mediante la compra, con cargo a los fondos públicos, de 58 reproducciones de obras de Gerardo Rueda.

Rueda, quien se enfrenta a una pena de cinco años por un delito continuado de malversación, tal y como le solicita provisionalmente la Fiscalía, ha comenzado su intervención afirmando que si entre 2004 y 2009, que son los años que tardó en pagarle el IVAM por la transacción de la obra, se le hubiera llamado y se le hubiera dicho que no se estaba de acuerdo con la compra y donación, él «encantando de la vida» hubiera recogido las esculturas porque «no lo necesitaba».

«¿Yo no puedo hacer lo que he hecho? ¿Por qué? Han destrozado el nombre de Gerardo, de José Luis. Esculturas que se vendían por un millón y medio ahora cuestan cero», ha lamentado.

Tras esta breve declaración ha comenzado el interrogatorio de la fiscal, que transcurrida una hora se ha tenido que suspender por la indisposición del abogado de Ciscar, quien ha tenido que ser asistido por los servicios médicos y trasladado en ambulancia. La vista se retomará inicialmente el lunes, 8 de noviembre.

A preguntas de la fiscal, José Luis Rueda ha manifestado que las obras que compró el IVAM eran «auténticas» y ha negado algún tipo de sobrecoste. De hecho, ha afirmado que el museo le sigue debiendo cinco millones de euros.

CAMILO SEXTO, PEDRO J. O ÁGATHA RUIZ

Interpelado por la relación que mantenía su padre con Consuelo Ciscar, ha indicado que «meramente profesional». En ese momento se le ha reproducido un texto en el que Ciscar aseguraba que había estado en su casa de Cuenca, a lo que el acusado ha manifestado que en ocasiones se reunía con gente distinta, sus amigos, como Camilo Sexto, Pedro J. Ramírez o Ágatha Ruiz de la Prada, y coincidieron con Ciscar en alguna ocasión por una inauguración.

El acusado conoció a Ciscar el día de la inauguración del IVAM, según ha señalado, y ha añadido que en 2004 le remite dos cartas para exponerle la compra de las obras de su padre. «Le ofrecí una operación mejor que la del Reina Sofía», ha dicho.

Tras ello, se inició un proceso, «el mismo que hay en todos los museos del mundo», y en el IVAM había un consejo rector que aprobó la propuesta y anteriormente una comisión de compras, ha desgranado.

Preguntado por si fue Ciscar la que le informó de que se había aprobado el proyecto, ha respondido: «Me dijo que había que pasar el proceso legal: una comisión de compra, un consejo rector y una comisión externa del IVAM».

En 2006, ha agregado, volvió a contactar con Ciscar para las obras de su padre, con otro contrato, y se siguió «el mismo proceso». «Contacté con Ciscar, con Tomás Llorens…», ha enumerado.

Ha señalado, tras varias preguntas de la fiscal, que negoció las condiciones definitivas de los contratos con la directora del museo, y ésta fue –ha narrado– quien hizo la propuesta a la comisión de compras. Por último, ha afirmado que quien fija los precios de las obras de su padre es «el mercado» y ha negado que fuera él quien negociara el contrato con la Fundición Capa.