Gobierno vasco espera la decisión judicial de imputar por denuncia falsa a la presunta víctima de agresión en Vitoria

El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco está a la espera de que la autoridad judicial y la fiscalía decidan imputar a la mujer que denunció una presunta agresión en Vitoria el domingo 24 de octubre, tal y como se recoge en el atestado aportado por la Ertzaintza. El atestado pide que la mujer de 30 años sea acusada formalmente de simulación de delito.

Así lo han confirmado fuentes del Departamento vasco tras presentar las diligencias policiales el pasado martes donde se recoge la acusación contra la denunciante, quien alegó que había sido agredida aquella madrugada, mientras regresaba al domicilio familiar, por cuatro jóvenes de origen magrebí.

El propio consejero, Josu Erkoreka, confirmó este miércoles en una entrevista radiofónica que tras analizar las imágenes de las cámaras situadas en el recorrido que realizó la denunciante la Ertzaintza concluye en su atestado que «no hay datos que confirmen lo declarado por la mujer, sino justo lo contrario».

Tras estas comprobaciones, la Policía Vasca acusó este martes a la presunta víctima de acusación falsa y presentó cargos contra ella por simulación de delito, algo que, de confirmarse conllevaría una sanción económica y posible pena de cárcel.

Erkoreka corroboró que en el caso de que la fiscalía y el juzgado encargado del caso decidan imputar a la denunciante, sería algo «grave», porque no es solo una simulación de delito, sino que se estaría ante un delito «extraño y especial que puede ser un delito que tiene relación directa con la convivencia y la diversidad».

El consejero apunta a ese factor relacionado con la convivencia y la diversidad por el hecho de que, en su acusación, la denunciante apuntó directamente a un origen magrebí de sus supuestos agresores, por lo que, prosiguió Erkoreka, «no sería una simulación de cualquier delito, sino de un delito que tiene una gran influencia negativa en la convivencia y una gravedad política y social».

La supuesta agresión ocurrió la madrugada del 24 al 25 de octubre en la capital alavesa. Según relató la denunciante posteriormente a un medio de comunicación, cuando regresaba a su casa, habría sido insultada con gritos de «fascista» y, posteriormente, agredida por cuatro personas migrantes. La víctima tuvo que ser atendida por recursos sanitarios.