Unas croquetas siempre despiertan la atención del comensal, pues lo primero que viene a su mente son las interrogantes sobre su sabor, de qué estarán hechas y si de verdad valdrán la pena. Y es que, si bien, estas crujientes bolitas de masa frita son toda una exquisitez, hacerlas perfectas no es tan sencillo como parece.
Básicamente constan de dos cosas: una bechamel espesa y un relleno que le dará sabor o las dejará insípidas. Y en definitiva una de las principales claves para que queden realmente bien es tener como base la mejor bechamel.
10La fritura correcta: el broche de oro para croquetas perfectas
Así como la bechamel y el relleno son importantes, no puedo dejar de mencionarte la fritura… Si fríes las croquetas en poca cantidad de aceite o con una temperatura baja, terminarás básicamente haciendo con ellas una confitura y no una fritura de resultado crocante.
Para que evites unas croquetas pálidas y blandas, recuerda los fundamentos básicos para freírlas: abundante cantidad de aceite, temperatura alta y freír en pocas cantidades, evita lanzar a freír muchas a la vez.
