Montero defiende la participación real de la mujer para lograr avances

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha destacado este jueves que «los mayores avances» que se han desarrollado en el país «se han producido siempre» que las mujeres han sido «parte real de la construcción colectiva». «Sucedió durante la II República, como sucede hoy», ha apuntado.

Montero ha sido la encargada de inaugurar las jornadas de conmemoración del 90º aniversario del voto femenino organizadas en el Congreso. La presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, ha sido la encargada de presentar a la ministra y, en su intervención, ha recordado la figura de la política y defensora de los derechos de la mujer Clara Campoamor.

También ha ministra ha recordado a Campoamor y ha recordado la importancia de mantener en «la memoria» a las mujeres que fueron precedentes «en la lucha por los derechos». «La memoria es nuestra mejor herramienta de futuro», ha declarado, antes de señalar la «conquista histórica» de Campoamor en su defensa del voto femenino ante «una cámara repleta de hombres» que estaban «poco acostumbrados» a la presencia de una mujer en la tribuna.

«Debemos ser conscientes de esa red de luchadoras», ha insistido la responsable de Igualdad, quien ha apuntado que «los mayores avances» del país se han producido «siempre» que las mujeres han tenido una participación «real» en la «construcción colectiva».

EN BUSCA DE LA PLENA PARTICIPACIÓN

En este sentido, se ha referido a la «cuarta ola feminista» de la que se habla desde la instituciones en la actualidad y que, según ha señalado la ministra, es consecuencia de las que, antes, también «fuero ola» y también dejaron su «agenda feminista».

Así, ha destacado, ahora no se lucha por el derecho a voto, pero sí por «la plena participación y la representación en igualdad en todos los ámbitos de la vida. «Exponiéndonos a insultos machistas, incuso en esta Cámara», ha advertido.

También ha indicado que, aunque ahora ya no se lucha «por la abolición del delito de adulterio» en la mujer, ahora se lucha por su «libertad sexual»; no se lucha por «el derecho al divorcio», pero sí por «la plenitud de derechos civiles» de las mujeres; no se pelea «contra el estigma del hijo ilegítimo», pero sí por «una ley de familias» que recoja «la diversidad con la que las personas construyen sus vidas»; no se lucha por «el acceso a determinados empleos», pero sí «contra la brecha retributiva, la parcialidad involuntaria y para que ser madre, si se desea, no sea una merma de derechos», entre otros ejemplos.

Montero ha puesto el foco en las asociaciones de mujeres de hace décadas que, ha apuntado, son «las asambleas del 8M de cada barrio» y las organizaciones «feministas» que han sido claves para que «la arquitectura del Estado contara con organismos de Igualdad».

TRIBUTO A CLARA CAMPOAMOR

A su juicio, el país es «mayoritariamente feminista», aunque ha reconocido que «delante siguen estando quienes niegan los derechos de la mitad de la población» en «un intento por devolver» a España «al pasado».

Por su parte, la presidenta del Congreso ha destacado que esta celebración del 90º aniversario del reconocimiento del derecho de voto de las mujeres tiene «especial intensidad» porque «significó el acceso de las mujeres españolas» al «derecho de participación política por definición» y porque, desde ese momento, España «se convirtió en una democracia plena».

«Con el sufragio de las mujeres ganamos todos, mujeres y hombres», ha declarado Batet, antes de señalar que el Congreso actual es una cámara «auténticamente representativa» y «auténticamente democrática» gracias al cambio que impulsó Clara Campoamor hace noventa años.

En este sentido, ha recordado el «trabajo ejemplar» de la diputada que, ha explicado, es una muestra «de la eficacia y la utilidad de la labor política». Batet ha señalado que Campoamor «supo defender sus convicciones» y «transformarlas en mayoría» y «consenso fundamental y compartido» mediante «el debate, la argumentación y la convicción», sin «estridencias», sin «insultos» y «con respeto».