Zapatero: La detención de Puigdemont no debe «quebrar ni afectar» al diálogo del Gobierno con Cataluña

El expresidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, ha achacado la detención del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, por las autoridades italianas en Cerdeña a que el ‘procés’ «arrastra una serie de consecuencias judiciales», pero ha subrayado que estas «no deben quebrar ni afectar» al camino «lógico» del diálogo que el Gobierno de España ha iniciado con Cataluña.

En declaraciones a los medios en Casa Mediterráneo de Alicante, donde ha acudido como invitado de honor al acto de presentación de la primera ‘Selección Mediterránea de la Ciencia’, que ha servido como arranque del programa de la Mednight, la Noche Mediterránea de las Investigadoras.

Del mismo modo, ha instado a tener «un poco de sosiego» por parte de las instituciones en un tema como éste, puesto que los hechos «no deben impedir la voluntad de mantener el diálogo, a expensas de cuál sea el recorrido de esta detención», puesto que eso sería «estar a la altura política del momento» en este proceso de» reencuentro y de diálogo, que va a ser poco a poco».

«Vamos a esperar que se sustancie el procedimiento y que la justicia italiana decida. Pero más allá de las reacciones, esto no debe de quebrar ni de afectar al camino lógico de diálogo que el Gobierno del presidente Sánchez ha marcado y que debe mantenerse por encima de todo», ha sostenido.

Asimismo, el exmandatario socialista ha señalado que lo que ocurrió en 2017 con el ‘procés’ fue «muy grave», pero que en los últimos meses «ha mejorado la capacidad de relación del conjunto del Estado con las instituciones catalanas y también el clima social en Cataluña» y ha añadido que «a ver si, en fin, esto no es más que una página que se pueda superar».

Además, ha indicado que volver a una situación como la de 2017 sería un «error colectivo imperdonable» y se ha mostrado convencido de que «eso no va a pasar». «Lo que sucedió fue muy grave, pero desde 2017 las cosas han mejorado, todos lo vivimos con angustia, como que estuviéramos cerca del abismo como país, pero hoy estamos en otro contexto», ha agregado.

En la misma línea, ha dicho que, «cuando la política es inteligente y se hace con convicción, no tiene fecha de caducidad» y, también, considera que «España necesita una política inteligente para afrontar el diálogo como método y procedimiento ante la profunda brecha que se abrió con Cataluña».

«Esa brecha la tenemos que restaurar poco a poco con mucha buena voluntad y actitud abierta. El problema es que no hay otra posibilidad», ha agregado.

Por último, preguntado sobre si confía en el proceso de reconstrucción después de cuatro años, ha respondido que «sí» y que «se necesita la mitad del tiempo transcurrido, al menos si las cosas van muy bien, para lograr un reencuentro que seguramente no será perfecto».

«No será la Arcadia Feliz, pero espero que al menos discurra por los cauces de la capacidad y normalidad conjunta, que creo que es lo que están esperando la mayoría de los catalanes».