La Junta de Extremadura ha solicitado autorización al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) para rebajar el nivel de alerta actual por la pandemia de Covid-19, que se encuentra en el dos, al uno.
Un nuevo paso que se produce una vez cumplidos durante la última semana los indicadores marcados para continuar con la progresiva eliminación de restricciones, prevista para la próximas semanas, cuando podrían desaparecer todas las restricciones horarias y de aforo, y a pasar así a la nueva normalidad, que además estaría «muy atenuada».
Así lo ha avanzado el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, en una rueda de prensa en la que ha dado cuenta del acuerdo del Consejo de Gobierno celebrado este miércoles, y en la que se ha decidido dar un paso más en la eliminación de las restricciones.
Vergeles espera que el alto tribunal extremeño se pronuncie al respecto este mismo jueves, tras lo cual se publicaría el acuerdo en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), de modo que entraría inmediatamente en vigor.
Esta rebaja de las restricciones se produce con una situación de la comunidad que ha «consolidado» los indicadores de alerta 1 durante la última semana, de modo que actualmente, en la comunidad, la transmisión del virus se encuentra «en cierta medida controlada», si bien se siguen produciendo «brotes complejos que hay que ir atajando».
No obstante, a tenor de los datos ofrecidos por el vicepresidente, a día de hoy prácticamente se diagnostican, ha dicho, todos los contagios que se producen, al alcanzar una tasa de positividad por debajo del 1,5.
Otro dato alentador es que la ocupación hospitalaria, con 47 pacientes ingresados en toda la comunidad este miércoles, se encuentra ya en nivel de nueva normalidad, mientras que el de las camas de UCI, en las que hay nueve personas, estaría a punto de entrar en esta fase, algo que podría alcanzarse cuando se reduzca en un par de personas, según ha indicado Vergeles.
REUNIONES DE DIEZ PERSONAS
Con todo, el nuevo nivel de alerta en el que podría entrar la comunidad a lo largo de este jueves implica, entre otras medidas, que las reuniones sociales pasen de un máximo de seis personas a diez. Además crecen los aforos, de modo que en velatorios, lugares de culto, centros de ocio infantil pasen al 75 por ciento.
En la restauración y la hostelería, así como en locales de ocio nocturno y juego, se pasa al 50% en interior y 100% en exterior. Asimismo, en el interior del local las mesas o agrupaciones de mesa tendrán un máximo de seis personas (si no son convivientes) y en exterior de diez personas. Lo que continuará sin poder utilizarse, de momento, son las barras.
En cuanto al horario, no hay cambios respecto a la última semana y se mantiene el cierre a las 3,00 horas para los locales de ocio nocturno y salas de juego.
También se amplía el aforo en instalaciones deportivas no profesionales y gimnasios, que pasan al 75% tanto para los deportistas como para el público.
Igualmente se eleva al 75 por ciento los congresos, las academias, autoescuelas, mercadillos e interior de locales comerciales, al igual que los cines, teatros y carpas. Por su parte, los hoteles ya podrán contratar por 20 personas (hasta ahora 10)
Además, se eleva a mil personas los actos multitudinarios no programados para los que es necesario solicitar permiso a la autoridad sanitaria, si bien se mantiene la necesidad de elaborar planes de contingencia.
INCIDENCIA POR DEBAJO DE LA MEDIA
Una rebaja en las limitaciones que se produce gracias a la evolución de la pandemia en la comunidad, que a día de hoy, por primera vez, según ha destacado Vergeles, arroja datos de incidencia acumulada por debajo de la media nacional.
Así, si la comunidad tiene a día de hoy una incidencia de 68 casos por 100.000 habitantes a los 14 días, y de 29 casos, frente a los 74 y 30 a nivel nacional. Datos que además arrojan una relación de tasas inferios al 0,50, por lo que se prevé que continúe bajando en los próximos días.
«Debemos estar haciendo las cosas bien», ha celebrado Vergeles, ya que el descenso de incidencia permite que «no haya un escenario de gravedad mayor en el conjunto de la comunidad».
Vergeles ha insistido en el importante volumen de pruebas diagnósticas que se realizan en la comunidad, que se sitúa en 1.466 por 100.000 habitantes (la media española es de 1.243), que permite tener una tasa de positividad «muy bajita», ya dentro de los márgenes de la Organización Mundial de la Salud, que es del 3,4%. De hecho, a día de hoy la tasa de positividad de pruebas en la región se sitúa en el 1,9%.
«Con los test que estamos haciendo estamos presumiblemente diagnosticando a todas las personas que están infectadas», ha señalado Vergeles.
Con ello la región mantiene su apuesta por «adelantarse al virus», que ha permitido mantener una de las tasas de ocupación hospitalaria «de las más bajas del país durante todo el tiempo a pesar de tener cifras de incidencia muy altas», lo cual a su vez se traduce en menos enfermedad grave.
Actualmente la ocupación hospitalaria se sitúa en 4,61 por 100.000 habitantes, o lo que es lo mismo, una tasa de ocupación en planta de hospital de 1,70%, mientras la media española está en el 2,69%. En el caso de las UCI, la región tiene un 4,69% de ocupación, frente al 9,80% de la media nacional.
Son, por tanto, cifras «muy controlables» que permiten que el sistema sanitario no solo atienda al Covid, sino también a otros problemas de salud.
VACUNACIÓN
Con respecto al proceso de vacunación, ha detallado que en la comunidad se han administrado 1.677.977 dosis, que se traducen en 894.750 personas con al menos una dosis, que supone el 84,06 por ciento del total de la población de la comunidad, de todas las edades; y con pauta completa a 869.018, es decir, el 81,7% de la población.
Al respecto, ha reiterado que para que la inmunidad sea considerada de grupo, no solo ha de superarse el umbral del 70 u 80 por ciento, sino que además la cobertura entre grupo de edad «debe ser importante», para no dejar una parte de población «desprotegida».
Con todo, ha detallado que la población de 12 a 29 años vacunada es del 86,7%; de 30 a 39 años el 87,5%; de 40 a 49 años, al 95%. Además entre los mayores de 40 años se encuentran con una dosis el 98% y pauta completa más del 97%.
A pesar de ello, ha insistido en que hay que seguir «captando gente» para que se siga vacunando, e implementar ya la tercera dosis en grupos de población con las defensas desprotegidas, el llamado grupo 7 que ya se está vacunando en otras CCAA y a aquellas personas que les cuesta más generar inmunidad, como ocurre con las personas mayores.
En este sentido, ha avanzado que hasta este pasado martes ya se había administrado la tercera dosis 1.800 personas, entre inmunodeprimidos y mayores, y que se irá incrementando «de forma muy alta» en próximos días.