El Banco de España considera que el impacto en la evolución del empleo de la subida de 15 euros mensuales del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) este año podría ser moderado, pero ha advertido de que los posibles incrementos más significativos barajados para un futuro podrían tener un impacto «más perceptible».
Así lo ha asegurado el director de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ante la publicación del Informe Trimestral de la Economía Española este martes, en el que no se ha incluido un análisis del impacto de dicha medida que está prevista aprobar el próximo 28 de septiembre en Consejo de Ministros.
«La parte sobre la que puede existir más incertidumbre sobre el anuncio de subida de 15 euros mensuales para este año con efectos retroactivos desde el 1 de septiembre es el impacto de esa medida en la evolución del empleo en los próximos tres meses», ha indicado Arce.
En este sentido, el director de Economía y Estadística ha señalado que, en principio, dada la magnitud de la subida, podría ser un impacto moderado. A futuro, y según las informaciones sobre las posibles propuestas del Gobierno que contemplan subidas más significativas, el impacto en el empleo será «más perceptible».
El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos justifica no haber realizado cálculos sobre esta medida, entre otras cosas, porque es aún «difusa», sobre todo en lo que tiene que ver con los próximos dos años y no parece de concreción inminente.
Además, Arce ha señalado que hay un factor «importante» a la hora de estimar cuál puede ser el impacto y es que necesitan conocer cuál es la distribución de los empleados para saber qué trabajadores se pueden ver afectados de una manera más o menos directa por esa posible senda del SMI. «Nosotros ahora mismo no tenemos esa distribución salarial», ha explicado.
Cabe recordar que el Banco de España publicó el pasado mes de junio un informe sobre el impacto de la subida del 22% del SMI en 2019, hasta los 900 euros. En él se exponía que dicha medida restó entre 0,6 y 1,1 puntos porcentuales a la creación de empleo ese año, con especial incidencia entre los jóvenes y los mayores de 45 años.