Voluntarios de Protección Civil de Málaga ayudan en el realojo de personas vulnerables

Los voluntarios de Protección de Civil y personal sanitario han ayudado en las tareas de realojo de las personas más vulnerables que habían sido desalojadas de sus casas por el incendio Forestal de Sierra Bermeja, ya controlado, pero cuyas labores para la extinción continúan.

Cabe recordar que en la noche de este pasado lunes pudieron volver de forma paulatina a sus casas los vecinos de las localidades malagueñas de Jubrique, Faraján, Pujerra, Alpandeire y Júzcar, aunque ha sido este martes cuando se ha activado un dispositivo para realojar a las personas más vulnerables. Todo ello unido, además, a que los vecinos de Genalguacil también han podido volver este martes a sus casas.

Así, en la mañana de este martes el operativo de vuelta de las personas encamadas y con movilidad reducida se ha puesto en marcha. En total han sido 45 personas, diez encamados y 35 con movilidad reducida. Los primeros en volver a sus hogares han sido los realojados en residencias y hospitales.

En la zona se han movilizado para organizar los realojos de personas mayores o con movilidad reducida, 31 efectivos de Protección Civil y 12 vehículos de Algatocín, Alhaurín de la Torre, Mijas, Cortes de la Frontera, Marbella, Ronda y Estepona.

En los casos de movilidad reducida los realojos los han realizado Cruz Roja y 061 con el apoyo de Protección Civil, según han informado desde el Gobierno andaluz.

El fuego, que se declaró el pasado miércoles, ha afectado a unas 9.670 hectáreas de varios municipios malagueños, ha obligado el desalojo de más de 2.600 personas y ha costado la vida a un bombero forestal del Infoca, además han resultado heridos otros dos.

Las labores de lucha contra el incendio de Sierra Bermeja no cesan. Actualmente siguen trabajando en el operativo unos 200 efectivos –en turnos de 100 personas– por tierra y ocho medios aéreos.

Así lo ha explicado el director del COR del Infoca, Juan Sánchez, al tiempo que ha detallado que restan «unas dos o tres semanas de trabajo, ya que hay puntos calientes». «Será un trabajo duro pero llevadero, no lo que hemos sufrido esta semana», advirtiendo también de que «las tareas de liquidación van a ser largas».