Los cuatro problemas que debe arreglar España antes de su próximo partido

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España ganó el pasado miércoles a Kosovo, 0-2. Lo hizo tras llegar para conquistar un nuevo territorio del que pocas veces antes se habían enfrentado, y de paso, a esperar a Grecia en el otro partido del grupo, que ganó con soltura a Suecia en un partido donde los de Atenas echaron un cabe a 'La Roja' de Luis Enrique. Decimos que echaron un cabe porque en este partido, exceptuando Unai Simón (que salvó a España) y Ferrán Torres, el combinado nacional pudo salir escaldado.

España, que andaba muy necesitada de puntos para su clasificación al Mundial de Qatar de 2022, hizo un partido venido a menos. A priori, parecía un rival asequible, puesto que Kosovo es de las selecciones menos potentes del grupo y una de las que parecía abocada a no entrar en la siguiente fase. Pero las dudas y el mal juego dejaron eso al traste, y España tuvo que hacer frente a un partido que no dio fortalezas. Ahora bien, ¿qué hay que mejorar para el próximo encuentro ante Italia? Lo repasamos.

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El gran desacierto vino con Luis Enrique y su 4-3-3 para España: hizo seis cambios

Luis Enrique España Kosovo

Lo cierto es que si España venció en Pristina es porque Fornals acertó en una de las escasas llegadas y los kosovares erraron ocasiones pintiparadas en contragolpes de libro antes del postrero gol de Ferran, a instancias del VAR.

Si todo transcurre sin más sorpresas y vence a Suecia en la última jornada de noviembre, España acabará como líder de grupo y disputará, sin el agobio de la repesca, su duodécima Copa del Mundo consecutiva. Desde que falló en Alemania-74, la Roja siempre ha competido entre los grandes.

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Uno de los grandes desaciertos vino con Luis Enrique. Porque a pesar del buen desempeño de la Roja ante Georgia en un partido unidireccional, ante Kosovo se dirigió con hasta seis cambios. Siete si se tiene en cuenta que Marcos Llorente brilló de interior y desequilibró en esa demarcación ante los exsoviéticos, pero frente a los kosovaros regresó al lateral derecho en detrimento de Azpilicueta. El madrileño cumple en cualquier demarcación porque es un portento físico, pero atrás es un desperdicio.

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