Kiko Rivera ya está recuperándose en su domicilio de la operación estética a la que se sometía por sorpresa este jueves para retirarse, como él mismo desvelaba horas después a través de sus redes sociales, la banda gástrica que se puso hace unos años para intentar perder peso y lucir la mejor versión de sí mismo. «Por problemas de salud hemos tenido que sacarla. Ya os contaré más adelante pero me ha hecho un daño bastante importante en el estómago» publicaba el hijo de Isabel Pantoja, agradeciendo a Irene Rosales – su «pilar fundamental» en palabras del Dj – su apoyo incondicional ante este inesperado bache de salud. Además, y toda una declaración de intenciones, el artista anunciaba que «comienza una nueva vida y toca cuidarse al 100%».
Pues bien, menos de 24 hora después de su paso por quirófano en una conocida clínica sevillana, Kiko ha recibido el alta hospitalaria y, con evidentes molestias y como os mostramos en las siguientes imágenes, abandonaba el centro médico para volver a casa en compañía de su inseparable Irene. Con problemas para andar y visiblemente dolorido, el Dj se ha mostrado parco en palabras aunque sí ha confesado que se encuentra bien y que ahora toca recuperarse.
Poco antes del alta hospitalaria de Kiko veíamos salir de la clínica a Irene, que tras pasar la noche con su marido era la encargada de ir a por el coche para recoger al Dj y que no tuviese que hacer esfuerzos a la hora de regresar a casa. Tranquila y sonriente, la excolaboradora de ‘Viva la vida’ – que mantiene un perfil mediático bajo desde que abandonó la televisión – ha asegurado que la intervención había ido «bien» y que el artista está «bien».
