Condenado en Segovia a 13 años de cárcel por forzar sexualmente a sus dos hijas

La Audiencia Provincial de Segovia ha condenado a un hombre a cinco años de cárcel por un delito de abuso sexual sobre su hija mayor, así como a otros ocho años más de prisión por un delito continuado de agresión y abuso sexual a la pequeña de sus hijas, ambas menores de edad

En el auto de la Audiencia Provincia, también se le imponen ocho años de libertad vigilada tras cumplir la condena, así como la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de sus hijas y la comunicación con la primera de ellas por un periodo de cinco años, y a la segunda por un periodo de diez años.

Los hechos comenzaron en septiembre del 2012 cuando la pequeña de las hijas, que entonces tenía doce años, se encontraba en la ducha.

Según dice la sentencia, «aprovechando que su mujer no estaba en casa el acusado con animo libidinoso y para satisfacción de sus deseos sexuales mandó a sus hermanos a la calle y una vez solo se dirigió a la ducha y entró hallando a su hija desnuda», lo que el acusado aprovechó para tocarla los pechos a pesar de que su hija se negara en varias ocasiones.

Un año después el acusado, con la excusa de dar un abrazo a la pequeña de sus hijas, la cual se negó, «la cogió del brazo y empezó a restregarse contra su cuerpo sin que ella lograra apartarse».

La niña en ese momento se dio cuenta de que su padre tenía una erección y bajándose los pantalones la obligó a tocarle su miembro.

Desde esa ocasión, el acusado ha realizado conductas similares en ocasiones posteriores hasta el año 2014, incluso en algunas ocasiones el padre se metía en la cama de la menor.

En ese mismo año, el acusado la dijo a su hija mayor que se sentara sobre él, a lo que ella se negó por lo que él lo hizo por la fuerza, aprovechando para tocarla por debajo de la camiseta diciéndola «no pasa nada, soy tu padre». La niña le apartó las manos y se marchó.

Ese mismo día, al llegar su madre a la vivienda la mayor de sus hijas la contó lo ocurrido por lo que la pareja inició los trámites de divorcio.

Cuatro años después la pequeña de las descendientes le contó a su madre que el acusado la había hecho años atrás lo mismo que la había hecho a su hermana, «y que había sido peor». Fue en ese momento cuando la mujer interpuso la denuncia ante la policía.